El papa Francisco habló ayer en una audiencia privada en el Vaticano con un grupo de jóvenes "youtubers" de cuatro continentes, todos con centenares de miles o incluso millones de seguidores. El Papa les animó a contribuir a un mundo mejor con la influencia de sus vídeos, mediante una apuesta por la integración, el diálogo y lo que nos une a todos como seres humanos.