El Hospital Materno-Infantil amplía considerablemente el número de camas que cierra este verano. En una instrucción interna, a la que ha tenido acceso este periódico, se informa a los trabajadores de que se cerrarán alrededor de una docena de cunas y un total de 70 camas de diferentes plantas y unidades.
En un principio, como adelantó LA PROVINCIA / DLP, la previsión era de clausurar unas 20 camas, pero esta cifra se ha visto finalmente incrementada.
Como sucede estos días en el Hospital Doctor Negrín, la indignación reina también en los pasillos de este centro público hospitalario, sobre todo, cuando son menores los afectados. Según la comunicación interna, el cierre afecta a los quirófanos, a las endoscopias programadas (que se clausuran en el mes de agosto), al servicio de fecundación in vitro (que tampoco funciona en agosto), y a las plantas de Tocoginecología, Cirugía, Preescolar, Cirugía Cardiaca, Especialidades, Lactantes e incluso a las cunas de Neonatos y de la Unidad de Medicina Intensiva Pediátrica (UMIP).
En el comunicado se alude directamente a que se trata de una medida para ahorrar "en sustituciones" y para optimizar "los recursos existentes en base a la baja ocupación estival" del centro hospitalario.
El portavoz de la Asamblea Siete Islas, Octavio Sánchez, denuncia que "con los niños no se juega porque son los más vulnerables de la sociedad". En su opinión, la Con-sejería de Sanidad "lo único" que persigue es ahorrarse el coste de contratar personal. "Con las listas de espera quirúrgicas que hay actualmente es indignante que se permitan cerrar camas y quirófanos en verano con la excusa tan simplista de remozar habitaciones", apunta Sánchez que asegura que detrás de esta medida sólo hay "intereses económicos".
