El pasado miércoles fallecía a los 83 años el médico y académico grancanario Domingo Ruano Gil, un importante investigador y docente en el campo de la anatomía, que desarrolló el grueso de su carrera fuera de las Islas pero vio reconocido sus méritos en el Archipiélago, tanto por el Ejecutivo regional, que le concedió el Premio Canarias de Investigación en 1998, como por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), de quien recibió el Doctorado Honoris Causa en 2005, cuando ya era catedrático emérito en la Universidad de Barcelona.
El rector de la ULPGC, José Regidor, quien leyó la laudatio de Ruano Gil en su investidura como Honoris Causa, reconocía ayer que la muerte del médico era "una noticia dolorosa que siento personalmente". De su trayectoria destacó "su magisterio y su influencia en la Facultad de Ciencias de la Salud, la relación personal que tuvo con nuetros profesores de Anatomía. Simpre estuvo cercano, no iba a dejar su cátedra en Barcelona para venirse, pero estuvo al lado de la ULPGC. A pesar de que él ocupaba una de las cátedras más importantes de España, se sentía ligado íntimamente a su isla y su universidad. Nos apoyó desde el principio, cuando se gestó la creación de la ULPGC".
Ruano quizo que los grancanarios más jóvenes no tuvieran que repetir el éxodo que sometió a los de su generación que quisieron acceder a estudios superiores y tuvieron que salir a formarse fuera del Archipiélago. Nacido en Gran Canaria, se fue a estudiar con 17 años pero nunca perdió el contacto ni los lazos con la tierra, si bien no pudo regresar a trabajar porque no encontró las condiciones idóneas para ello. La suya es, en este aspecto, una historia similar a la de muchos de sus colegas, algunos de los cuales incluso han rechazado propuestas firmes para regresar.
Inició sus estudios de Medicina y Cirugía en la Facultad de Medicina de la Universidad de Cádiz y los finalizó en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, donde se licenció en el año 1956 obteniendo el Premio Extraordinario de su promoción, premio que repitió dos años mas tarde al doctorarse en Medicina y Cirugía.
En la trayectoria universitaria de Ruano se dan cita las facetas de docencia, investigación y gestión. Desde su etapa de estudiante, se enroló en la docencia como Alumno Interno de Anatomía y Embriología Humanas a la sombra del Profesor Orts Llorca, pasando, una vez licenciado, a Profesor Ayudante de Clases Prácticas, Profesor Adjunto de Universidad en el año 1959 y catedrático en el año 1966.
Desde 1966 desempeñó su cargo como catedrático de Anatomía humana de la Universidad de Barcelona hasta su jubilación en 2004. Sus trabajos de investigación se centraron en la embriogénesis, la obtención de trazadores biológicos y anticuerpos monoclonales y carcinoma embrionario.
A lo largo de su dilatada trayectoria vinculada al mundo de la medicina y la docencia ejerció como vicedecano de la Facultad de Medicina de Barcelona en diferentes periodos, director del Departamento de Anatomía Humana, Director de la Escuela Universitaria de Estomatología durante los años 1971 a 1981, director de la Escuela de Medicina de la Educación Física y Deporte desde 1987 hasta el año 2003 y director de numerosos cursos de Postgrado y de Extensión Universitaria, cargos desarrollados en el ámbito de la Universidad de Barcelona.
La progresión de Ruano Gil y su presencia en diferentes estamenros y organismos testimonia sus capacidades y su implicación. Fue el representante de la Sociedad Anatómica Española en organismos internacionales.
Por otro lado, apoyó desinteresadamente la investigación en la ULPGC por medio de ayudas a la formación de becarios, así como con la orientación a numerosos profesores de esta universidad en sus tesis o en la preparación de sus plazas de funcionarios. Fue una figura clave en el nacimiento y desarrollo de la Fundación Canaria Universitaria de Las Palmas, de la que fue mecenas. Además, siempre mostrósu apoyo a la investigación en la ULPGC por medio de ayudas a la formación de becarios, o la orientación a numerosos profesores o en la preparación de sus plazas de funcionarios.
Al recibir el Honoris Causa no dudó en reivindicar un espacio para los investigadores, a menudo olvidados en las Islas. "Para mejorar la investigación, impulsar la ciencia y despertar vocaciones científicas" en las nuevas generaciones, Canarias necesita "prestar más apoyo a los jóvenes investigadores", Él fue un ejemplo de estímulo y apoyo a las nuevas generaciones.
