Durante años, mientras recorrían ese intrincado proceso de transformación del niño en adulto, Adán Alonso, Patricio Romero y Javier Hernández, tres de los ocho estudiantes del Curso de Experto Universitario en Diseño Artístico y Programación de Videojuegos que imparte la Escuela de Ingeniería Informática de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, han escuchado una misma cantinela: "deja de perder el tiempo; "apaga esa maquinita"; o el clásico "eso no te servirá para nada en la vida". Sin embargo, ayer presentaron sus propios videojuegos a modo de proyecto final y hoy están a un paso de formar parte de un sector profesional que crece a un ritmo anual que supera el 20% y que registra unos ingresos que sobrepasan holgadamente a los que firman las industrias del cine y la música.
En enero los ocho alumnos de la segunda promoción de este curso de postgrado pionero en Canarias se dividieron en tres equipos y durante los últimos seis meses han trabajado en sus respectivos proyectos combinando perfiles artísticos con otros técnicos y en colaboración con estudiantes del Grado Superior en Música del Conservatorio de Las Palmas para la creación de las bandas sonoras. Ayer defendieron sus respectivos trabajos ante unas cincuenta personas en el Salón de Grados de Informática y el resultado de sus esfuerzos se ofrece al público mediante tres ordenadores instalados en la entrada de la facultad. Cada uno tiene instalado uno de los tres juegos: The Hive, Oberon y The Owl.
"Este año nos han salido juegos un poco oscuros", bromeó el profesor Agustín Trujillo, especialista en Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial y coordinador de un programa en el que ha logrado reunir a una veintena de expertos y profesionales del sector para impartir cada una de las materias. A lo largo del año lectivo se han estudiado disciplinas relacionadas con el diseño, el modelado y la animación 3D, la animación y el diseño de personajes y fondos o, entre otras lecciones, el apartado de postproducción y distribución. "Procuramos que vean todo el proceso de creación, desde la primera idea y el storyboard a las vías de financiación y comercialización", explicó antes destacar la combinación entre diseñadores artísticos y programadores: "a partir de esto nace la magia". Este año han colaborado los alumnos de la primera promoción y el curso ha incluido un taller de KeyArt, dentro de la especialidad artística, en el que aprenden a generar una imagen promocional, y que imparte Brendan McCaffrey, autor de carátulas de StarWars BattleFront o MotoGP.
Diversión y dificultades
El tema de estudio es variado: desde el Candy Crush a las últimas ediciones de sagas tan exitosas como Battlefield, Call of Duty y pasando por el Monkey Island. "Es un sueño para muchos de nosotros", reconoce Patricio Romero, estudiante ecuatoriano que se encuentra en la isla exclusivamente para realizar este curso. Patricio ha formado equipo con Cynthia Ramos y juntos han creado The Owl, un survival de terror inspirado en clásicos del género como Silent Hill, Resident Evil y Amnesia. Junto a Enrique Pérez Brito reconoce que nunca antes había asistido a una clase en la que se lo pasara tan bien como en esta experiencia, "que recomiendo a todo el interesado".
El objetivo de este programa consiste en preparar profesionales válidos para trabajar en una industria en expansión, un negocio milmillonario (registró 111.057 millones de dólares en 2015 a nivel mundial) y un sector del ocio electrónico que en España en 2014 triplicó los ingresos de la taquilla del mejor año del cine español, según recoge El libro blanco del desarrollo de los videojuegos, un informe desarrollado por la Asociación Española de Empresas Productoras y Desarrolladoras de Videojuegos y Software de Entretenimiento (DEV) y que estipula que, de continuar esta progresión nacional, podría alcanzar los 1.000 millones de euros de facturación en 2018. Los datos arrojan cifras espectaculares con más de 400 empresas contabilizadas y más de 3.000 empleos directos, el 60% de ellos con contrato indefinido. Los alumnos del curso de postgrado se sitúan ahora en la agenda de las principales compañías del país, pero el curso también les ha ofrecido lecciones sobre emprendeduría y creación de empresas en colaboración con la Sociedad de Promoción Económica de Gran Canaria.
Todos los alumnos de este curso de postgrado sueñan con dar el "gran pelotazo", al estilo y ejemplo de Commandos, una exitosa saga de creación nacional y con ventas históricas a nivel internacional. Estos saben que el mercado mundial lleva décadas de imparable crecimiento, cada vez existen más áreas de especialización y "esto genera mayores posibilidades profesionales", explicó Enrique Pérez Brito, y que además asegura que esta industria favorece el trabajo en línea y a distancia como Freelance por lo que es perfectamente "compatible vivir en Canarias y trabajar con una empresa de fuera. Junto a Javier Hernández Rodríguez y Mikhail Polozhaev han creado Oberon un juego FPS (de disparo en primera persona) inspirado en referencias como Hallo, Doom o Serious Sam. Sin embargo, tanto Enrique como el resto de sus compañeros de promoción conocen las dificultades de su empresa. "En este sector existe mucha competencia, hay que estar muy bien formado, tener un buen portafolio y trabajar mucho para cumplir con los requisitos de las compañías y acceder a este mercado laboral".
El tercero de los equipos es el formado por Adán Alonso, Javier Gil y Alejandro García. Su trabajo, en el que aseguran haber sacrificado definición por jugabilidad, se llama The Hive y, emulando a los clásicos del arcade de los años 80, combina fases de acción y plataformas con batallas aéreas. "Estamos empezando en un sector que es complicado, sobre todo a la hora de entrar y tener un primer trabajo, pero este es nuestro sueño y la recompensa es estupenda", expuso un estudiante que asegura no renunciar a sus horas de consola. "Valoramos los conocimientos aprendidos con unos juegos que esperamos sean el punto de partida para un futuro en este sector".
