Un colectivo de trabajadores del Hospital Negrín, encabezado por el personal de enfermería, presentó ayer en el registro de entrada de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias las cerca de 20.000 firmas que han recogido durante el último mes contra el cierre de camas previsto por el Servicio Canario de Salud (SCS) para el periodo estival. La portavoz de los trabajadores, Xili Delgado, asegura que esta medida afectará al servicio prestado y a la atención al paciente ya que, sin sustituciones para las vacaciones de verano, cada uno de estos profesionales tendrá bajo su responsabilidad a 17 personas con el cierre de algo más de 110 camas de un total de 700, cuando el ratio anual en el Negrín está en uno por cada diez enfermos y la media nacional, en un sanitario por cada seis pacientes.

Desde la Consejería de Sanidad se defiende que el cierre responde únicamente a las obras de remodelación y mantenimiento que se realizan durante el periodo estival, que son habituales en este periodo del año y que, en esta ocasión, afecta a nueve plantas. Los trabajadores del hospital, que se han movilizado a través de la plataforma www.change.org -desde que la gerencia del centro les anunció que deberían cambiar sus horarios de trabajo y los turnos de vacaciones para adaptarse a esta medida, rechazan este argumento y alegan que, desde el inicio de la crisis hace ocho años, se ha realizado este mismo cierre cada verano solo por motivos económicos como vía para ahorrarse la contratación del personal de sustitución que debe cubrir las bajas estivales.

"Hemos denunciado el cierre de las camas este año porque venimos de una situación grave de sobresaturación y entendemos que la gente lo ha secundado con sus firmas porque viven una situación complicada en la que las listas de espera se van ampliando y alargando en el tiempo", explicó Xili Delgado, una enfermera que lleva 17 años en el Hospital Negrín. En base a su experiencia, ofreció una serie de ejemplos: para una reposición mamaria se tarda actualmente una media de 13 a 15 meses; por una vesícula, un año; y las pruebas especiales que se solicitan para iniciar cualquier diagnóstico también se están retrasando.

En un principio, según información de los trabajadores, se iban a cerrar unas 140 camas de nueve plantas de las cuales, según apuntaron las enfermeras han dado un paso atrás para reducir esta lista a ocho -al dejar fuera el servicio de cirugía vascular- y dejar el número de camas perdidas en 113 de un total de 700 en esta instalación.

Las enfermeras consideran excesivo este número en base a las obras planteadas, y además lamentan la ausencia de transparencia y la falta de información por parte del SCS. "Consideramos que hay otras fórmulas si lo que se prioriza desde este centro son las necesidades de la población", planteó Xili Delgado y que tampoco confía en los tiempos ofrecidos por el SCS. "Dicen que afectará de julio a septiembre, pero otros años hemos vivido veranos que han llegado a febrero del año siguiente", señaló al tiempo que recordó que en su día se cerró la segunda planta del Negrín de manera temporal para remozarlo y ya lleva cuatro años cerrada.

Por todo esto, los trabajadores reunidos en este colectivo solicita no solo que se detenga el cierre de camas sino que, además, se contrate a más profesionales sanitarios para cubrir las necesidades básicas en la atención a los pacientes. Además, Xili Delgado lamentó la falta de interés mostrado por parte de la Consejería y el SCS. "Solicitamos una reunión con el consejero, que nos remitió al director del SCS, y estamos esperando".