La importación de especies exóticas acarrea no solo consecuencias para el medio ambiente en el caso de que se conviertan en invasoras sino que también puede llevar aparejados problemas de Salud Pública cuando los animales son venenosos. Por eso, la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias apuesta por la creación de un banco de antídotos que sirva para tratar en primera instancia a cualquier persona que acceda a los servicios de urgencias tras ser mordido o picado por una de estas especies.

En concreto, según explicó ayer el director general de Salud Pública, Ricardo Redondas, la Administración sanitaria prevé invertir en torno a 14.000 euros en la adquisición de una treintena de antídotos que sirvan para hacer frente a los venenos de serpientes, arañas y escorpiones. "La Unión Europea ha alertado del incremento de la importación ilegal de este tipo de animales y sitúa a Canarias como una de las regiones donde se registra esta práctica", argumentó Redondas quien añadió que según ese análisis Gran Canaria es la Isla con más presencia de animales peligrosos, por lo que será en principio donde se ubique el banco de antídotos.

Pero no hay datos oficiales porque tal y como indicó el propio director general de Salud Pública "se trata de una práctica ilegal por lo que los propietarios no informan de que tienen este tipo de animales". Sí apuntó sin embargo a dos cuestiones: "Durante el pasado año 2005 se detuvo a un canario que tenía en su poder 32 escorpiones entre los que se encontraban algunos de las cinco especies más letales".

Aunque admitió que en el Archipiélago no se ha registrado ningún caso grave de envenanimiento causado por este tipo de animales, el director general de Salud Pública entendió que "se trata de una forma de prevenir que ocurra" y aseguró que en ese caso la mejor manera de evitarlo "es no tener animales tóxicos en casa".

Por ello, explicó que dentro de la estrategia en la que se incluye la puesta en marcha del banco de antídotos se añade una serie de acciones encaminadas a la "sensibilización de la ciudadanía respecto a las consecuencias de estas prácticas". Así, recordó que "en las Islas hay un problema con la culebra californiana que ya se ha convertido en invasora pero que afortunadamente no es tóxica, pero ¿qué ocurriría si una especie que sí fuera letal se escapara de casa y empezara a reproducirse?".

"Es un riesgo para el medio ambiente pero también para la salud", insistió Ricardo Redondas, quien explicó que "muchos de los venenos de estos animales son mortales y en la mayoría de los casos en los que se puede salvar la paciente se debe proceder a la amputación". Además, apuntó a que "no solo se arriesga la vida del propietario puesto que en el caso de que la especie se convierta en invasora podría haber mucha más gente con probabilidad de sufrir una mordedura o una picadura".

En cualquier caso, el director de Salud Pública explicó que "los antídotos no son eficaces al 100 por 100" y apuntó que la importancia de ubicarlo en Canarias "es poder dar el tratamiento inicial mientras se tiene acceso a los bancos de fármacos de la Península con los que se completaría el tratamiento"., concluyó Ricardo Redondas.