La Reina Letizia y doña Sofía expresaron ayer su mutua admiración durante el acto conmemorativo del 30 aniversario de esta fundación dedicada a la lucha contra la toxicomanías, que se convirtió también en un reconocimiento colectivo al papel desempeñado por la Reina Sofía para desarrollar y impulsar la Fundación de Ayuda a la Drogadicción (FAD) desde su creación en 1986 por parte del general Manuel Gutiérrez Mellado.

En el patio de la Real Casa de Correos, sede del Gobierno de la Comunidad de Madrid, la Reina le entregó una pequeña figura con el emblema de la FAD, entre los aplausos de todos los invitados -autoridades, patronos, colaboradores y directivos de medios de comunicación- puestos en pie sin excepción.

Doña Letizia aprovechó el discurso con el que cerró la ceremonia para revelar "un secreto", según su propia terminología, que no fue otro que una conversación de hace muchos años con su antecesora en la Presidencia de Honor de la Fundación de Ayuda a la Drogadicción.

Según recordó, doña Sofía le explicó "con esa forma que tiene de hablar cuando no está delante de un micrófono, muy dulce, muy de verdad, siempre tan correcta, tan perfecta" que ella hacía "muchas cosas" y que de las que merecían ese "apoyo institucional intangible y valiosísimo que nosotros intentamos dar" la FAD es la que mayor satisfacción le había dado.

Y ello porque le había hecho sentir "digna de servir, que me ha hecho ser feliz, por estar y por ser lo que soy, por ir de la mano de una causa", puesto que su labor "apunta a lo más hondo de la condición humana: a los valores, a la voluntad, a la toma individual de decisiones, que es lo que internamente nos define como seres libres". Y La Reina Letizia añadió: "Imagínense cómo me quedé yo cuando hace tantos años me dijo esto; me quedé impresionada e impactada, e imagínense con qué respeto, con qué ilusión, con qué compromiso y con qué interés tomé su relevo como presidenta de honor de la FAD", añadió la esposa de Felipe VI, quien asumió el cargo el pasado mes de septiembre

Doña Sofía, por su parte, manifestó que le había cedido el testigo "con mucho orgullo", y se mostró convencida de que "sentirá", como ella ha "sentido, esa satisfacción íntima por ayudar a los demás ante uno de los desafíos más duros que afronta una parte de nuestros jóvenes". "Te deseo de corazón mucha suerte, y a la Fundación, muchos éxitos y muchos años más de generoso servicio y eficaz entrega a favor de nuestra juventud", añadió dirigiéndose a la Reina.

Porque las tres décadas de trabajo de la FAD han estado marcadas, según dijo, por "su compromiso, su efectividad y su ejemplo". La Reina Letizia se refirió igualmente al hecho de que la FAD "ha estado siempre en primera línea investigando, apoyando a todos sin juzgar, sin culpar y sin herir".