La Provincia - Diario de Las Palmas

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Entrevista a Mag Lari

"La gente necesita ver cosas increíbles"

"En 'Ozom' interpreto a cuatro magos que están inspirados en personajes que han existido realmente", cuenta el mago

Mag Lari. LP / DLP

¿Qué es 'Ozom'?

Es mi segundo espectáculo de formato grande y estoy muy contento de poderlo hacer en Canarias. Es muy distinto a todos los que he hecho hasta ahora, lo tenía en mente desde hacía mucho tiempo y me apetecía hacerlo. Es un salto. Hasta ahora era yo el mago que interpretaba a un personaje, Mag Lari, que hace un espectáculo de magia, pero esta vez es una gala donde hay cuatro magos distintos y yo soy el presentador. Los cuatro magos y el presentador son interpretados por mí. De manera que no sólo es un espectáculo de magia, sino que también hay magia en cuanto a la caracterización porque es muy distinta de un personaje a otro y muy rápida. A los espectadores les parece imposible que sea el mimo todo el rato. Es la magia de poderte transformar en otra persona.

Comentaba que es un espectáculo diferente a todos los anteriores ¿Es difícil innovar en la magia?

Yo creo sí. No hay muchas ideas para hacer magia. Yo esta idea la tenía desde hacía muchos años, pero la quería hacer bien y con este formato. Todos los que formamos parte de la productora hemos tenido que apostar para que salga adelante.

¿Quiénes son los cuatro magos protagonistas?

Interpreto a cuatro magos que están inspirados en magos que han existido realmente. Son personajes que a mí me han llamado la atención. Por ejemplo, uno era un cura catalán que hacía magia vestido con sotana para atraer más gente a la iglesia y escribió varios libros. De hecho, Juan Tamariz se dedicó a la magia porque leyó sus libros. Otro de los magos protagonistas está inspirado en uno que trabajaba en Las Vegas que habla en inglés y hay que traducir lo que dice para que se entienda, por lo que se crean situaciones muy divertidas. El otro es un mago muy mayor que se jubila y celebra su despedida en el escenario. Este es el momento más entrañable del espectáculo. Por último, acabamos con un mago que está inspirado en uno que era muy agresivo cuando hacía magia. Además, estoy yo que, sobre todo, me dedica a comunicarme con el público, entre mago y mago. Se crea un buen rollo con los espectadores porque ven un espectáculo muy distinto con un gran esfuerzo. Me cambio 14 veces de vestuario, pierdo dos kilos en cada función (Ríe).

Su espectáculo tiene ese punto de humor ¿La magia debe ser seria o cómica?

Cada uno hace la magia como quiere y a mí me gusta hacer reír. Es un espectáculo cómico, yo diría que es cómico al 95 %. Hay algún momento entrañable, como cuando el mago se jubila, pero en definitiva es un espectáculo de risa. A mí me gusta hacer reír y hacer magia a la par.

¿El público todavía busca que le impresionen?

La gente necesita ver cosas increíbles. Más de las que ocurren normalmente. Y les ves las caras de ilusión pensando: "¿Y esto cómo lo ha hecho?".

¿De sus trucos cuál destacaría?

Nosotros le llamamos juegos de magia, porque la palabra "truco" ya es fea. Además, nosotros no engañamos a nadie, porque precisamente todo el mundo sabe que le vamos a engañar, por lo que no hay truco. Hay un número que me gusta mucho que es la metamorfosis que se basa en intercambiarse de sitio dos personas de una manera muy rápida. Nosotros hacemos una triple metamorfosis que yo creo que es bastante imposible.

Hoy en día, al disponer de un gran número de vídeos y dispositivos se descubren antes los secretos del número ¿Es más fácil ahora ver lo que hay detrás?

¿Quién hace esto? Eso no hay que hacerlo. La gente no lo hace. Lo puedes hacer un día por curiosidad. Nosotros ilusionamos, nosotros te hacemos un número que no sabes cómo va. Entonces, la gracia es que tú te dejes llevar. Si tú luchas contra el mago y lo que quieres es descubrirle, estás rompiendo el principio de acuerdo que hay entre el espectador y el mago. Es tan absurdo como si te cuentas un chiste y lo vuelves a escuchar otra vez para ver en qué momento te hace gracia. En un chiste lo bonito es oírlo una vez y reírte, la segunda no te hace gracia. Con la magia pasa lo mismo. Si lo vuelves a ver sabiendo qué es lo que te va a sorprender, ya no estás pendiente de la sorpresa, sino estás pendiente de la ejecución.

¿Usted no revela sus secretos?

No los revelo nunca ni gratis ni sobrio (Ríe). Lo bonito es no revelarlo nunca, porque es parte de la magia y de la ilusión.

Recientemente el mago David Copperfield ha tenido que revelar uno de sus números.

Eso es algo doloroso para un mago.

¿Qué ha supuesto para usted intervenir en diferentes programas de televisión?

Si la gente te conoce, es más fácil que te venga a ver al teatro. Esto te permite hacer espectáculos grandes y poder arriesgar un poco más. Eso es lo bonito de la televisión.

¿Cómo se inspira un mago a la hora de idear nuevos números?

Los artistas se inspiran de distintas formas. A veces ves algo y te da una idea. Te puede pillar conduciendo, escuchando música, en la playa, viendo un paisaje, viendo una película... Yo me inspiro en todo porque me gusta hacer temas muy variados.

¿Por qué le dio por la magia?

Pues por un libro de Juan Tamariz. Tamariz se dedicó a la magia por los libros del cura mago, de Tamariz pasó a mí y de mí, que he escrito libros, pasará a otro mago.

¿Cómo está actualmente el mundo de la magia? ¿Permanece estable con el tiempo?

Siempre somos poquitos. Miras 50 años atrás y también había poquitos magos. Faltaría un poco más de magos, pero la calidad es muy buena. Y lo bueno es que los que estamos trabajando ahora tenemos el interés en hacer que la magia esté en el teatro. Durante unas décadas la magia sólo se veía en fiestas particulares, en convenciones de empresas o en la televisión. Pero lo bonito es que la magia esté en los teatros.

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