¿Cómo llega al cargo?

Como astrofísico, he hecho toda mi carrera en las Islas. Vine en 1994 al Instituto de Astrofísica de Canarias con el primer programa de movilidad de la Unión Europea y estuve durante cinco años. Ya había trabajado en el Observatorio Europeo Austral y en Chile y en 1999 acepté un puesto en el equipo de telescopios Isaac Newton en La Palma, donde desarrollé experiencia y conocimiento en la parte científica más tecnológica. Volví a la investigación, al IAC otra vez, y cuando vi que se estaba buscando director para el GTC me presenté porque creo que tengo una formación y una experiencia adecuadas, una mezcla equilibrada entre investigación y gestión y operación de telescopios.

¿Es el proyecto más importante que ha dirigido?

Sin duda, pero es que además debe ser el más importante del mundo o, por lo menos, hasta que vengan los grandísimos telescopios.

¿Los grandes se refiere al Telescopio Europeo Extremadamente Grande (E-ELT) y al Telescopio de Treinta Metros (TMT)?

Sí, esos son los grandes del futuro. El E-ELT, que es europeo, el TMT, que es americano, y está, además, el GMT, que también es americano. Serán la nueva generación de grandes telescopios.

La idea es que el GTC no esté en la segunda división cuando empiecen esos a funcionar.

Efectivamente, pero tenemos tiempo. Llegarán, si todo va bien, en 2021 o 2022, y estarán completamente operativos desde 2025. Tenemos una década para ser líderes.

¿No lo es ya?

Estamos intentando que lo sea. Pedro Álvarez ha hecho lo más difícil, que es la construcción y la puesta en marcha del telescopio más grande del mundo y el primer proyecto verdaderamente importante de España en infraestructuras científicas. Ahora hay que hacer algo que puede parecer más fácil pero tiene su complejidad y es que el GTC sea un telescopio excelente y reconocido internacionalmente.

¿Cómo se hace eso?

Esa es la cosa. Quiero perseguir la excelencia, no en todo, pero en algunos aspectos GTC tiene que funcionar como lo que es: el telescopio más grande del mundo. ¿Qué significa eso? No es solo del tamaño, sino que en teoría puede ver más lejos, más atrás en el tiempo y más profundo, si el objeto es muy poco luminoso, que el resto de telescopios. Simplemente por ser el más grande y ahí es donde tenemos que apuntar nosotros, llegar adonde no ha llegado nadie. Hace unos días logramos la imagen más profunda y esas son las cosas que tenemos que hacer. Ese pasito más es pequeño pero complicado. Ahora se están desarrollando nuevos instrumentos para el GTC que van a proporcionar oportunidades únicas para hacer ciencia novedosa. Por ejemplo con EMIR, recientemente incorporado, podemos llegar tan lejos como para ver lo que pasó en el primer billón, al comienzo del universo. Eso no lo puede hacer ningún otro telescopio.

¿Se puede hacer con los instrumentos que tiene ahora?

Con Osiris se están haciendo cosas muy importantes, pero EMIR trabaja en el infrarrojo, así que va un pasito más allá. Es solo un ejemplo, pero ese es el concepto: dar el paso más para conseguir que GTC sea el telescopio más grande del mundo reconocido por la comunidad científica.

Más grande no solo en cuanto a tamaño...

Así es, tiene que ser el telescopio más relevante para la investigación astrofísica de estos años. En 2025, cuando vengan los otros, a lo mejor hay que cambiar un poco de concepto o de paradigma, pero no necesariamente porque un telescopio, aunque sea enorme, no puede hacerlo todo, nosotros trabajamos diferentes longitudes de onda con diferente metodología, con lo cual algunos telescopios están optimizados para hacer ciertas cosas y otros para otras cosas. Siempre hay una ventana de oportunidades porque si no habríamos cerrado los otros telescopios más chiquitos cuando abrió el Gran Telescopio Canarias y siguen funcionando. Básicamente se busca ciencia novedosa en su pequeño nicho o complementar el trabajo de los telescopios más grandes. Eso es válido para todos los telescopios, de hecho tenemos algunos aquí tan chiquitos que son como una cámara fotográfica y hacen su ciencia.

¿Están esperando más instrumentos después de EMIR?

Este mismo año llega uno nuevo, Megara, que está desarrollándose en España y México y es otro instrumento único en su género. El tamaño del telescopio es importante pero es necesario tener instrumentación novedosa que te permita hacer algo que los otros no hacen. Es verdad que GTC es ligeramente más grande que otros telescopios pero llega 20 años después, por lo que tenemos que buscarnos la vida haciendo cosas novedosas. Eso se hace con la creatividad y el ingenio de la gente que se inventa instrumentos diferentes.

Creatividad e ingenio, pero también es necesario tener fondos, que precisamente ha sido uno de los escollos a salvar durante la trayectoria del GTC.

En esa cuestión, Pedro Álvarez ha pasado por momentos críti-cos, por no decir dramáticos. Ahora la situación está mejor pero no está bien.

¿Entiendo que no tienen fondos suficientes?

No, no es suficiente. Grantecan está trabajando con la mitad de presupuesto que los telescopios comparables que hay en el mundo. Aun así, está haciendo muy bien trabajo pero estamos siempre al límite. La situación no es sostenible salvo que la financiación vaya creciendo. Tenemos recursos humanos limitados y congelados desde hace años pero la complejidad del telescopio aumenta. Es como Ferrari, o al año siguiente le hacen las mejoras al coche o no es competitivo y lo mismo es para los telescopios. Espero que en algún momento las cosas cambien. También puede pasar que haya socios nuevos y en esa línea estamos trabajando, hace poco fui con el director del IAC, Rafael Rebolo, a China y hemos empezado negociaciones para una colaboración que puede ser una forma de mejorar la situación financiera y de elevar la comunidad científica que pueda tener ideas para tener resultados importantes. En astrofísica la colaboración internacional es una cosa que se hace siempre, siempre.

De hecho en GTC trabajan científicos de muchos países y de instituciones distintas.

Si tuviera la suerte de contratar gente nueva, me gustaría tener el mejor y me da igual de dónde venga. No hay fronteras en la ciencia, las pocas geográficas que quedan tienen que desaparecer.

¿Cómo encaja esa colaboración con la carrera entre GTC y otros telescopios?

Es una competencia sana. Como investigador francamente me da igual que el resultado científico importante lo tengamos nosotros u otro telescopio porque lo que importa es que la que la ciencia avance. Evidentemente nuestro esfuerzo y mi deber ahora como director es que GTC pueda proporcionar resultados de ese nivel, y me alegraría más si por ejemplo la Tierra alrededor de otro planeta la descubriéramos nosotros pero no es una competencia donde haya en juego dinero o que si llegamos antes nos pagan más.

Pero elevaría la visibilidad de las posibilidades del GTC, ¿no?

Eso sí, pero está dentro de la potencialidad del GTC. Tenemos que trabajar para que el telescopio sea competitivo.

¿En estos momentos, cuántos instrumentos están trabajando en GTC?

Tenemos a Osiris, que trabaja en la luz visible; EMIR, que está empezando a trabajar en el infrarrojo; hay otro instrumento que es menos potente, que es Circe; y teníamos otro que tuvimos que quitar para poner EMIR, que es Canaricam, pero no lo vamos a desechar. Otra propiedad que tiene el telescopio es la versatilidad, porque tiene muchos sitios, que se llaman focos, donde se pueden colocar. De hecho, hay dos laterales, el foco clásico y tenemos otros cuatro en el anillo y solo uno está ocupado. El plan es en 2019 tener cinco montados simultáneamente y en cuestión de tres minutos simplemente moviendo los mecanismos ópticos mandamos la luz a uno u otro.

¿Esa técnica la tienen más telescopios en este momento?

Sí pero no con tantos focos pero los cuatro más en el anillo son muy pocos los que los tienen. Podríamos poner incluso más y tenemos pensado incluso debajo de la base un piso debajo para instrumentos que necesitan una estabilidad especial. Es cuestión simplemente de tener creatividad de buscar retos muy importantes y cierta planificación.

¿En total cuántos focos tiene el telescopio?

Hasta nueve. Estamos pensando otra cuestión importante que es aceptar instrumentos visitantes, si alguien tiene uno que quiera usar en GTC se instala en uno de estos focos libres. Estos instrumentos visitantes normalmente están muy enfocados a hacer algo que pueden hacer solamente ellos, algo muy específico, a veces limitado con lo cual no hace falta que esté todo el año y tenemos ya propuestas. Es más, Circe inicialmente era un instrumento visitante.

¿Es un reto o una responsabilidad asumir este cargo?

Ambas cosas. Es una responsabilidad enorme y también es un reto, pero hermoso, porque si no fuera así no me habría metido. Estoy seguro de que no podré estar a la altura de Pedro Álvarez en algunos aspectos pero puedo contribuir de una forma distinta porque entro en una fase donde vamos a buscar la forma de explotar mejor científicamente el telescopio.

Álvarez también ha dicho que entre los handicaps que se encontró está la incredulidad de la gente y sobre todo en las instituciones, ¿se sigue pensando que en Canarias no se puede hacer buena ciencia?

Él mismo ha demostrado que esto no es así. Hubo cierta resistencia o desconfianza inicialmente porque España nunca había hecho nada grande, así de importante. Pero Pedro demostró que se puede hacer y además bien. Hemos tenido varios resultados de impacto que han quitado, si no toda, la mayor parte de la desconfianza.

¿Se sienten arropados por instituciones como el Cabildo de La Palma y el Gobierno de Canarias?

Esperamos más y de hecho tenemos que trabajar un poco para que haya aún más apoyo institucional pero es verdad que ahí ha mejorado mucho la cosa. Con las autoridades locales en La Palma tenemos una relación que va mejorando. Y en el caso del Gobierno de Canarias, se ha comprometido hasta 2020 para financiar explícitamente los instrumentos que van a venir. Eso te permite pensar a medio plazo, que es fundamental porque lo peor es estar todos los años pendientes de los presupuestos del siguiente.

Sobre todo en algo como este tipo de infraestructuras que requiere su tiempo.

Es fundamental porque se sabe que un instrumento tarda 10 años desde que se propone hasta que finalmente se instala. En la ciencia en general aún falta una planificación más global de todo. Cuando se propone una estructura importante hay que buscar el dinero para construir, que es la fase uno. Hay una fase dos de operación porque sin esos fondos si se construye pero no se puede usar no sirve. Y hay una tercera fase que también requiere financiación y es la explotación. A veces cuando los gobiernos sacan dinero para la construcción no se preocupan tanto de las otras dos fases, o a lo mejor sí que se preocupan pero no se planifica, con lo cual no está garantizado el dinero para que la comunidad científica siga creciendo. De hecho, Grantecan está en la dificultad de operar por la financiación que ha mejorado respecto a los años más duros de la crisis pero aún es deficitaria.

¿Hay algún proyecto en marcha en el GTC que sea tan relevante como para salir publicado en revistas como Science o ScienceAstrophisical Journal

Cada cuatro o cinco días sale un artículo en las revistas internacionales importantes con datos del GTC. La producción científica en cuanto a cantidad es muy buena y va subiendo. Vamos a apuntar ahora al impacto, a concentrarnos más en la calidad. No es que esté mal, de hemos hecho un estudio reciente y la calidad de los proyectos científicos que se hace con GTC es comparable y muy parecida a la calidad de los artículos del VLT, que está en Chile. Nosotros queremos mejorar.

¿Qué aporta GTC, desde el punto de vista práctico, a la población en general?

Aporta transferencia de tecnología que va del GTC a todas las industrias. Todos los telescopios modernos tienen soluciones tecnológicas que pueden ser mecánicas, ópticas o electrónicas que son novedosas y muchas veces únicas. El 70% del GTC se hizo con industria española, les contratamos para hacer algo nuevo, que es un reto para la industria y fomenta el desarrollo industrial y tecnológico de España. Hay otra cosa más a largo plazo respecto al conocimiento, por ejemplo el TAC lo inventaron los astrónomos hasta que vino un médico que lo quiso aplicar. Es un eslabón de toda la cadena del conocimiento. Si hay un móvil es porque la gente ha estudiado los átomos y el universo es el mejor sitio.