El rector de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, José Regidor, se despedirá de la comunidad académica en el acto de apertura del curso 2016-2017, que se celebrará el 9 o 16 de septiembre, en el que pronunciará su último discurso en el cargo antes de prejubilarse.

Regidor ha explicado este miércoles que dejará el Rectorado el 30 de septiembre, antes de que termine su mandato, que se extendía hasta marzo de 2017, "no condicionado por ninguna cuestión" laboral ni a causa de problemas de salud, como ha dicho que se ha llegado a especular, sino por una decisión individual suya.

Su retirada ha sido resultado de "una reflexión larga y personal" que le ha llevado a optar por planificar su vida de ahora en adelante "sin agenda de trabajo" y determinando qué hacer en cada momento en función de qué le permite "ilusionarse todavía".

"Quiero ordenar mi vida de otra manera", ha resumido su propósito el rector a preguntas sobre su salida anticipada de la ULPGC que le han hecho periodistas tras participar en la firma de un acuerdo de colaboración entre la institución académica y la Armada destinado a que estudiantes de Derecho puedan hacer prácticas laborales en la Asesoría Jurídica del Mando Naval de Canarias.

José Regidor ha precisado que, de cualquier modo, para cuando abandone su puesto a finales de septiembre ya habrá cumplido 67 años y que, si bien tendría la posibilidad de prolongar su vida laboral hasta los 70 años de ser ese su deseo, considera que ha cumplido con la tarea que se propuso cuando se postuló para ser rector tras haber permanecido en el cargo nueve años y medio.

Un periodo en el que "creo que todos hemos luchado por hacer las cosas lo mejor posible" y que se ha desarrollado "sin grandes conflictos", ha valorado.

Ha destacado, además, que ha tenido que acometer su labor "en una de las etapas más complicadas para la universidad española", tanto por haber coincidido con el momento en que sus estudios han tenido que transformarse para adaptarse al marco único de enseñanza superior europeo, como por verse afectada por la crisis económica que ha hecho mermar sus recursos.

Precisamente la crisis, ha subrayado, le ha llevado a vivir unos momentos en los que se ha registrado "el peor trato que se le ha dado en los últimos años a las universidades en España, políticamente hablando".

Y, frente a esa situación, ha abogado por insistir en "la defensa de la universidad pública española", que ha considerado "absolutamente imprescindible", en especial porque es "una de las más caras de Europa" y pertenece a un país donde "todavía no hay suficientes universitarios".

Factor este que determina que haya un déficit de investigación e innovación, elementos que, si faltan en un país, llevan a que este "siempre estará dependiendo de los demás", ha sentenciado.

En todo caso, Regidor ha admitido que trabajar por esas mejoras en la educación superior española es una labor que deberá liderar ya, en lo que a la ULPGC se refiere, quien le suceda en el cargo, cuyas decisiones y líneas de actuación ha asegurado que pretende "respetar profundamente", sin "inmiscuirse en sus acciones", aunque ofreciéndose siempre a atenderle si le pide consejo.

Su sucesor se designará en una elecciones que no se celebrarán hasta que se aprueben definitivamente los nuevos estatutos de la institución, en un proceso que no se descarta que se pueda concluir en julio, según ha avanzado, pero recalcando que el funcionamiento normal de la universidad estará garantizado tras su marcha porque nombrará como rector accidental a uno de sus vicerrectores actuales. EFE