Juego de Tronos es una serie "muy política" cuyo éxito reside en lograr el "equilibrio perfecto" entre fantasía y realidad. Así lo cree Sophie Turner, la actriz que da vida a Sansa Stark, un personaje que ha pasado, según dice, de niña a mujer "fuerte" a la par que "insensible", "sádica" y "manipuladora".

"La fantasía aporta la dosis justa de evasión que es necesaria en el mundo en el que vivimos mientras que los elementos humanos hacen que todo el mundo se vea un poco a sí mismo en la serie", explicó ayer en una entrevista la actriz británica (Northampton, 1996). Otro de los puntos que, para Turner, juegan un importante papel en el éxito de la producción creada por Daniel Benioff y D. B. Weiss para HBO es la representación de las tramas de poder: "Es una serie muy política que permite relacionar lo que ocurre en ella con hechos históricos y de actualidad", sostiene.