"Te voy a matar". "Estoy al lado de ti y puedo matarte". Estos son algunos de los mensajes que envió una mujer estadounidense de 41 años al físico británico Stephen Hawking mientras éste se encontraba en Tenerife participando en las primeras jornadas del festival científico Starmus, que empezó el pasado lunes en el municipio isleño de Arona y concluye esta noche.

Esta mujer llevaría acosando al físico teórico desde hace varios años pero la situación se volvió insostenible cuando el pasado martes se supo que ya no solo le había enviado decenas de estos mensajes con amenazas de muerte en apenas unas horas, sino que además había viajado expresamente a Tenerife para coincidir con él en el festival y tenerlo cerca. "Estoy muy cerca de ti. Te voy a matar", insistía la presunta acosadora.

Agentes de la Policía Nacional de la Comisaría de Playa de Las Américas, en el mismo municipio de Arona, terminaron deteniendo el pasado miércoles a esta ciudadana norteamericana, con residencia en Noruega, por los presuntos delitos de acoso y amenazas contra Stephen Hawking, según confirmaron ayer fuentes oficiales a la opinión de tenerife.

La mujer fue arrestada en el Hotel Conquistador, un cuatro estrellas de la cadena NH de Playa de Las Américas situado muy cerca de la Pirámide de Arona, recinto de congresos donde el Festival Starmus reunió a científicos de primer nivel mundial -entre ellos una decena de premios Nobel- para hacer más accesible al público la ciencia y homenajear precisamente, en esta tercera edición, al físico británico.

La alarma saltó el martes, un día después de que comenzara el Starmus y dos semanas después de que Stephen Hawking llegara a Tenerife a bordo del crucero Britannia, procedente de Inglaterra y previa escala en la isla de La Palma. Uno de los tres hijos de Hawking, que tiene acceso a las cuentes del investigador en las redes sociales y a sus correos electrónicos, detectó la llegada masiva de mensajes de esta mujer, más de un centenar. Los había enviado principalmente a la cuenta de Hawking en Twitter y a uno de sus correos electrónicos. Las amenazas de muerte y los desafíos eran insistentes y el tono denotaba que se trataba de una persona con graves trastornos psicológicos.

Esta mujer ya había hecho cosas similares pero no con tanta persistencia. Alertada por la gravedad de las amenazas, la hija de Hawking avisó a los asistentes de su padre y estos pusieron rápidamente los hechos en conocimiento de la Policía Nacional de Playa de Las Américas, sobre todo después de saber que la norteamericana aseguraba que se encontraba en Tenerife y pretendía acceder al recinto del Starmus.

La Policía Nacional inició el operativo para localizar a la presunta acosadora y decidió montar un dispositivo de protección alrededor de Stephen Hawking. Después de que las conferencias del lunes y el martes se desarrollaran con normalidad, el miércoles Hawking apareció en la Pirámide, en medio de una gran expectación, escoltado por dos agentes de la Policía Nacional, al mismo tiempo que por fuera se colocaron hasta seis vehículos de este cuerpo. En ese momento, los participantes del festival entendieron que las medidas repentinas de seguridad tenían que ver con la amenaza terrorista. Pero no era así. Todo se debía al acoso de esta mujer estadounidense que se había desplazado hasta Tenerife tan sólo para estar junto a su ídolo.

Operativo policial

El miércoles era la última jornada de las conferencias del festival y el turno de la ponencia de Hawking. Por eso, la Policía tomó precauciones ante el riesgo de que la mujer pudiera acceder a la sala donde se iba a celebrar la conferencia y aprovecharse del enorme revuelo que se había levantado en torno a la presencia del eminente científico inglés. De hecho, la sala de conferencias estaba abarrotada para escuchar las palabras de Hawking.

El astrofísico pudo dar su disertación sin problemas rodeado de investigadores de gran prestigio internacional en Física, Química, Medicina y Economía. Hawking aseguró que los seres humanos no sobrevivirán otros mil años más en la Tierra dada la fragilidad del planeta. Por eso instó a las administraciones e instituciones públicas a invertir en investigación espacial para ser capaces de habitar otros lugares del Universo como única solución al colapso de la Tierra. El científico reconoció que en estos momentos hay pendientes varios experimentos que podrían acercar a la humanidad a otros planetas, como la cartografía de la posición de miles de millones de galaxias o la utilización de los superordenadores para comprender mejor la posición de la Tierra. El futuro es un misterio pero su supervivencia pasa por explorar el espacio, matizó.

Premios Nobel

El premio Príncipe de Asturias estuvo arropado por investigadores de la talla de Harold Kroto y Eric Betzig (premios Nobel de Química 1996 y 2014), los biólogos Carol Greider y Elizabeth Blackburn (Nobel de Medicina compartido en 2009), Robert Wilson y David Gross (Nobel de Física en 1978 y 2004), Adam Riess y Brian Schmidt (Nobel de Física compartido en 2011), Joseph Stiglitz (premio Nobel de Economía en 2001) y el matrimonio Edvard Moser y May-Britt Moser (premios Nobel de Fisiología o Medicina en 2014). Además, el Festival reunió a astrónomos, astrofísicos y científicos reconocidos en todo el mundo, entre ellos los astronautas Michael López-Alegría, Garrett Reisman, Chris Hadfield y Russell Schweickart, los cosmonautas Alexei Leonov y Sergey Volkov, los astrofísicos Neil deGrasse Tyson, Kip Thorne, Martin Rees, Jill Tarter, Robert Williams y el físico Neil Turok.

Hawking explicó en la Pirámide de Arona que los humanos "no somos más que colecciones de partículas que, sin embargo, estamos cerca de comprender las leyes que nos gobiernan y ese es un gran triunfo". En estos momentos trabaja junto a otros investigadores en una nueva teoría sobre la información codificada en el horizonte de los agujeros negros, aunque reconoció que hará falta esperar a conocer los resultados para realizar cualquier tipo de afirmación. El investigador hizo un breve recorrido por su trayectoria personal y profesional desde que nació el 8 de enero de 1942, justo 300 años después del Galileo. Contó que desde su etapa en el colegio, donde aprendió a leer con ocho años, hablaba con sus compañeros sobre el origen del Universo. Nada se sabía en ese momento de la presencia de la acosadora.