Una exposición reinventa en Tokio los tradicionales acuarios japoneses del periodo Edo (1603-1868) con juegos de luces, música y unos 8.000 peces de colores, la mascota nipona por antonomasia.

El artista nipón Hidetomo Kimura, especializado en el diseño de acuarios, celebra el décimo aniversario de esta muestra que ya han visitado seis millones de personas y en la que se pueden observar miles de peces de colores. La exhibición, que alberga carpines de todos los tamaños anaranjados, pardos, moteados o plateados, es un homenaje a este animal que se ha convertido en una de las mascotas más populares de Japón.