El estudio científico de casi un centenar de huellas humanas de alrededor de 1,5 millones de años de antigüedad ha permitido comprobar de forma experimental que el Homo erectus andaba entonces de una manera muy similar a como lo hace hoy el hombre moderno.

El estudio, en el que han participado científicos del Instituto Max Plack de Antropología Evolutiva junto a un equipo internacional de colaboradores, partió de unas huellas halladas en 2009 en las cercanías de la localidad de Ileret, en Kenia.

Al estudiar la región, los investigadores encontraron en cinco yacimientos distintos un total de 97 huellas correspondientes a, como mínimo, una veintena de Homo erectus.

A través de un enfoque experimental, los investigadores descubrieron que las formas de esas huellas son indistinguibles de las del hombre moderno actual, lo que evidencia que la anatomía de los pies y la mecánica entre ambos era similar.