Rihanna aterrizó en el Palau Sant Jordi de Barcelona como una estrella fugaz, con un concierto de corta duración -apenas hora y media-, pero muy intenso, en el que la reina del R&B ha interpretado 26 canciones que han cautivado al público, en la única actuación de su gira en España.

La artista llegó a la capital catalana para promocionar su nuevo disco Anti -que incluye éxitos musicales como Work- tras cancelar el concierto que tenía previsto en Niza el pasado día 15 como consecuencia del atentado que acabó con la vida de 84 personas en la ciudad francesa la noche anterior.

El concierto comenzó con la actuación de Big Sean, la primera del rapero en Barcelona, que se mostró festivo y reivindicativo, y que ha conseguido amenizar la paciente espera del público y que se ha atrevido con algunas palabras en español. Con 50 minutos de retraso, una misteriosa Rihanna apareció subida a una plataforma y vestida completamente de blanco interpretando Stay con la cara cubierta por una capucha. La artista no mostró su rostro hasta que se ha dispuesto a cantar la segunda canción de la noche, "Love the way you lie", que ha suscitado una sentida ovación del público.

A continuación, Rihanna exhibió su gran sensualidad mientras bailaba literalmente sobre sus fans al son de Woo y Sex with me encima de un corredor móvil colgado del techo del pabellón que conectaba con el escenario principal de un Palau Sant Jordi prácticamente lleno. Y de esa manera deslumbrante siguió todo el concierto.