Quizás algunos de los que se acercaron a la playa de la Zurriola de San Sebastián en la jornada inaugural del 51.º Jazzaldia pensaban quedarse quietecitos sobre la arena, ¿pero quién no baila con Gloria Gaynor?

La reina de la música disco ya no se mueve como antes, se ha ausentado un par de veces del escenario y ha ofrecido un único bis, pero durante la docena de canciones que ha interpretado nadie se ha resistido a bailar o dar palmas con su música contagiosa.

Con una chaqueta y unos pantalones pitillo de tonos plateados, y unas cómodas sandalias sin tacón, ha aparecido la cantante estadounidense cuando aún no había anochecido al ritmo de Goin' out of my head para anunciar, en un muy buen castellano, que era un "gran placer" estar en San Sebastián, la primera ciudad de su gira española, a la que seguirán Port Adriano (Mallorca), Valencia y Barcelona.

Otro de sus grandes éxitos, el archiconocido I am what I am, ha sido el segundo tema de la noche, cuyo estribillo ha invitado a cantar. Lo ha enlazado con el inevitable Never can say goodbye.

También ha hecho versiones: de Killing me softly with his song, que hizo famoso Roberta Flack, y una más que animada del Every breath you take que compuso Sting.

Gaynor fue a finales de los años setenta la gran llenapistas en todo el mundo gracias a su música plena de ritmo en el estilo disco. Hoy en día su popularidad parece haber disminuido, aunque sus canciones continúan siendo reconocidas por el público y una de ellas forma parte de las 100 más imprescindibles según la revista Rolling Stone.

Gaynor se convirtió al cristianismo1 y tiempo después lanzó un álbum de música gospel titulado We Will Survive (Nosotros Sobreviviremos), título que posteriormente llevó su libro homónimo publicado en 2014.