El príncipe Enrique, nieto de la reina Isabel II, ha admitido sentirse "muy arrepentido" por "no haber hablado" antes sobre cómo le afectó la muerte de su madre, Diana de Gales, cuando tenía 12 años.

El príncipe, de 31 años, celebró este fin de semana un evento en el Palacio de Kensington para la organización Heads Together, dedicada a personas con problemas mentales y que creó con los duques de Cambridege, Guillermo y Catalina.

"Me arrepiento mucho de no haber hablado de ello", contestó Enrique cuando el exjugador de la selección de Inglaterra y del Manchester United, Rio Ferdinand, le preguntó sobre el impacto que la reciente muerte de su esposa puede tener sobre sus hijos.

Según recoge la BBC, el hijo del príncipe Carlos y Diana de Gales matizó que mantuvo silencio durante "los primeros 28 años" de su vida, ya que hace tres años empezó a hablar en público sobre su experiencia.