¿Cómo se forman los temas que abordan en estas jornadas?

Nosotros siempre preguntamos qué carencias tienen las educadoras a la hora de poder experimentar cosas nuevas con los niños. Está claro que tienen su formación, pero siempre nos gusta innovar, traer gente que tiene otro concepto de educación, integrado en todo lo que nosotros hacemos porque las escuelas no funcionan como guarderías, como sucedía antiguamente, sino son escuelas infantiles en las que se les damos educación y los hacemos autónomos. Cuando terminan, los padres se van tristes porque los niños aprenden muchísimo y los colegios nos felicitan ya que se comportan de forma más autónoma. Son como pequeñas personitas que van de una manera más independientes.

¿Y se puede trabajar completamente en esos ámbitos con niños con tan corta edad?

Se puede porque las escuelas no cierran como los colegios. Nosotros empezamos en septiembre y terminamos en julio. Salvo esta semana que nos formamos. Los que empiezan de bebés están tres años con nosotros y los estimulamos en psicomotricidad, los relacionamos con otros niños y con personas más mayores porque los padres tienden a sobreprotegerlos.

¿Existen muchas diferencia con respecto a otras escuelas?

Estamos supervisados por el ayuntamiento, con los inspectores de Educación, Sanidad, etc. Tenemos un control muy estricto en el tema de comidas y de ratios, con educadoras paro un número de niños, y auxiliares de apoyo cuando se vea muy estresada. Hacemos turnos en el tema de comidas, los niños nunca se quedan solos. Ponemos más personal para que la calidad sea superior. Traemos a un coaching para que nos estimule.

¿Tiene algún sistema para que los padres conozcan de qué modo educan a sus hijos?

Tenemos el proyecto Otra mirada con el que invitamos al padre que pase un día entero con nosotros. Creo que tenemos el suficiente nivel para que los padres vean la escuela de otra manera, como funciona la educación y cómo se organiza el comedor.

Ha habido un repunte en niños con hiperactividad o TDH. ¿Cómo detectan este problema?

La psicopedagoga Alicia Mendoza, y las compañeras, tenemos unas pautas que señalan que hay que prestar atención a la diversidad. Así, cuando un niños no sigue las pautas normales, se le da un tiempo porque no todos los niños maduran a la vez. Pero una vez superado un tiempo prudencial y si no avanza a nivel de lenguaje, psicomotriz, etc., se llama al psicopedagogo para que vea el comportamiento. Hay niños que el problema es simplemente de oído, y se está colaborando GAE porque se ha detectado niños con ese problema.

¿Y cuáles son los casos más alarmantes que les han llegado?

Está el caso del abandono, que no venga en condiciones, malnutrido y con voracidad y los ponemos en manos de asuntos sociales del Ayuntamiento en una cadena para detectar el problema. Cuando hay maltrato interviene la policía nacional y hemos tenido retirada de custodia. Siempre que tenemos a alguien que en estos cursos les hable a ellas sobre detención de violencia. Es algo primordial.