La Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Canarias ha detectado casos de niños a los que se les ha administrado de forma inadecuada la vacuna de la hepatitis B en el Archipiélago. Muchos de ellos han sido descubiertos tras localizar varios casos en los que no consta que esa medicación se haya administrado como se debía cuando eran bebés. La Consejería de Sanidad ha decidido alertar a los padres de niños y jóvenes que no están correctamente vacunados, ya sea porque recuerdan no haberles puesto las vacunas o porque en su cartilla no figuran las tres inyecciones que se tienen que suministrar a los menores para garantizar la inmunidad.
Desde Salud Pública aclaran que aunque en el calendario de vacunación de Canarias se estableció desde 1996 la obligación de administrarla, por lo cual toda la población menor de 30 años debería estar ya protegida frente a la hepatitis B, se ha comprobado que hay historias de salud de pacientes de esa edad en las que no figura que sea así. "No se trata tanto de un problema de administración de la vacuna, si no del registro informático que se seguía en esa época que nada tiene que ver con el de ahora", confirmó a este periódico Ricardo Redondas, director general de Salud Pública del Gobierno canario.
Su departamento, al conocer esas carencias, ha trabajado en el desarrollo de sistemas de información y alertas que notifiquen a los profesionales sanitarios la necesidad de revisar la situación de las personas que acuden a consulta en materia de vacunas, con el objetivo de aclarar quiénes no se han puesto la de la hepatitis B y ofrecérsela de forma gratuita.
La identificación, clave
Salud Pública argumenta que "la importancia de identificar a personas sin registro de vacunación es doble: en primer lugar, por las consecuencias para la salud si se contrae la enfermedad, y, en segundo lugar, por la conexión que este tipo de vacuna tiene con otras consideradas vitales durante el primer año de vida". Desde el año 2002 la vacuna de la hepatitis B se administra en las Islas de forma combinada, dentro de una sola inyección, con las de la difteria, el tétanos, la tosferina, la polio y el haemophilus, por lo que quien no haya recibido la primera, previsiblemente, no se habrá puesto tampoco las segundas. "Nunca es tarde para ponérsela, aunque está claro que cuanto antes se administre, más años de la vida se está protegido", confirmó Redondas.
Otra medida que ha previsto la Consejería de Sanidad para solventar el problema es distribuir entre todo el personal que trabaja en los centros de salud de Atención Primaria listados de los niños de entre 12 y 14 años en cuya historia no consten las tres dosis de esta vacuna con la intención de contactar con sus familias, averiguar si realmente no se las han puesto y, en ese caso, ofrecérselas. "Cualquier familiar puede dirigirse hasta su centro de salud y consultar con el pediatra, el médico de cabecera o el enfermero. Le contestarán todas las dudas", afirmó el responsable del área de Salud Pública.
