Un test para detectar cambios producidos en el ojo, que podría potencialmente diagnosticar el párkinson antes de que sus síntomas se desarrollen, ha sido hallado por un grupo de investigadores británicos.

Científicos de la universidad británica University College London (UCL) han dado a conocer los resultados de unas pruebas que han realizado con animales -y que aún tienen que desarrollarse- que, según sus análisis, podrían derivar eventualmente en una manera barata y no invasiva de poder detectar esa enfermedad.

El párkinston afecta actualmente a una de cada 500 personas y es la segunda enfermedad neurodegenerativa más común del mundo.En sus investigaciones, los expertos experimentaron con ratas y comprobaron que se podían apreciar cambios en la parte posterior del ojo antes de que se manifestaran síntomas visibles de ese trastorno.

Según la responsable del estudio, Francesca Cordeiro, ese hallazgo supone "un avance revolucionario en los diagnósticos y tratamiento tempranos de una de las enfermedades más debilitantes del mundo".

"Estas pruebas implican que podríamos ser capaces de intervenir mucho antes y de manera más efectiva para tratar a las personas que sufren esta condición devastadora", explicó.