El ICAA considera que el coste medio por película, de 2,83 millones de euros, es "competitivo" siempre y cuando posteriormente se invierta suficiente en promoción, pero esto no suele suceder, lo que provoca "que las películas españolas salgan al mercado en unas condiciones de inferioridad evidentes". En cuanto a la distribución, el informe señala las dificultades de las empresas locales para incorporarse a un mercado dominado por las majors de Hollywood. Su situación es "frágil" y "dificultosa" y la dependencia de las televisiones a la hora de vender sus películas es "clave".