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Salud

El azúcar te puede amargar la salud

El consumo en España cuadruplica la cantidad recomendada por la OMS

Carpa de comida para diabéticos que se instaló en Las Canteras hace unos años.

El azúcar se ha convertido en uno de los caballos de batalla de las dietas saludables. Somos cada vez más conscientes de que su consumo excesivo acarrea efectos nocivos para la salud a medio y largo plazo y creemos saber como mantenerlo a raya. Pero la cosa no es tan sencilla, este edulcorante permanece agazapado en varios alimentos que no tienen nada de dulces y, además, su presencia excesiva se deja sentir negativamente en nuestro organismo prácticamente desde el primer día. La Organización Mundial de la Salud recomienda un consumo máximo de 50 gramos, pero los españoles estamos entre 150 y 200.

Cristina Luján, dietista-nutricionista de Hospitales San Roque, realiza una diferenciación esencial entre los azúcares que los alimentos contienen de forma natural y aquellos que se añaden en determinados productos de elaboración industrial o el azúcar común.

Con unos índices que en Españaprácticamente cuadruplican los límites recomendados, habrá que identificar qué alimentos incorporan este edulcorante, para limitar su ingesta. La dietista tiene claro hacia dónde apuntar: muchos de los que conllevan un proceso de elaboración industrial. Y no tienen que tener precisamente un gusto dulce. "El ketchup, por ejemplo, es uno de los que más azúcar tienen, de cada 100 gramos 13 son azúcar, que se incorpora para contrarrestar el sabor ácido que tiene esta salsa y hacerlo más agradable, algo que funciona mucho con los niños", explica Luján.

La dietista continúa escrutando. Así, el azúcar es también el insospechado huésped de "las galletas saladas y de los potitos industriales, los de fruta, verduras y los de legumbres. Así se contrarresta el sabor y se logra que se conserven durante más tiempo. De hecho, es muy complicado encontrar alimentos industriales que no contengan este edulcorante, ya que a menudo se recurre a él como conservante o estabilizante", pues tienen que poder atravesar en perfecto estado un cierto periodo desde su producción hasta el consumo.

En el caso de la bollería industrial, no es ningún descubrimiento que alberga una gran cantidad de azúcar, que alcanza hasta el 50% de su composición por razones de palatabilidad, para hacer el sabor más atractivo. La dietista de Hospitales San Roque recuerda que las máquinas expendedoras de esta bollería no deberían emplazarse en los colegios, tal y como señala la ley. Y también contienen azúcar los refrescos, incluyendo las bebidas energéticas. "El azúcar es adictivo, de forma que el refresco, aunque aparentemente nos quita la sed al momento, luego la volveremos a sentir, lo que hará que queramos seguir bebiéndolo", añade.

Etiquetado

En este estado de cosas, el etiquetado de estos productos debería al menos advertir en román paladino acerca de los edulcorantes que contienen, de forma que el consumidor sepa a qué atenerse. Pero a menudo nos encontramos con verdaderos jeroglíficos, etiquetas que se expresan en una jerigonza científica inescrutable, cuando no se alude a sus componentes con ese cifrado de letras y números que difícilmente conoce el lego. El 13 de diciembre de este año entrará en vigor la obligación del etiquetado nutricional, que debería solucionar este problema.

En cuanto a las consecuencias que un excesivo consumo de azúcar tiene para la salud, es bien conocida la relación causa-efecto que existe con la diabetes. Pero Luján enumera otras patologías en las que el azúcar puede ser determinante o al menos coadyu-var a su aparición y desarrollo, como la obesidad o la arteriosclerosis. El exceso de azúcar también puede involucrar algunos cánceres, problemas relacionados con el colon, enfermedades cardiovasculares e hipertensión. En este último caso se pone habitualmente el énfasis en la sal, pero este edulcorante es también un factor a tener en cuenta.

Además, puede interferir en el bienestar del día a día: "Afecta a nuestra calidad de vida día a día, dormimos peor con alimentación rica en azúcar, también se empeora la digestión, puede dar problemas de colon, estreñimiento, afecta a la salud bucodental con las caries. Y puede provocar envejecimiento prematuro", enumera la nutricionista.

Dieta

La mejor arma de prevención y tratamiento es una buena dieta. "Cada vez hay más casos de diabetes por mala alimentación, porque comemos más productos industriales. Tenemos un exceso de productos que no necesitamos, ya que con los alimentos básicos tendríamos los nutrientes necesarios. En los restaurantes de comida rápida comemos hamburguesas, nuggets y sobre todo salsas que tienen azúcar", recalca Luján.

A su juicio, la dieta idónea para evitar estos problemas es "la mediterránea, rica en alimentos na-turales y frescos. Con un consu-mo limitado de carnes, centrado en las más magras, no rojas, con aceite de oliva y con el agua mineral como bebida por excelencia". En cuanto a un sustituto del azúcar para endulzar el café, la dietista opta por un edulcorante natural, la stevia. Y todo ello combinado con la práctica de ejercicio, que es la otra pata del banco para una vida saludable.

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