Un equipo internacional de astrónomos ha descubierto un planeta parecido a la Tierra que orbita a su estrella, Próxima Centauri, cada once días y tiene una temperatura que permitiría la existencia de agua líquida en su superficie.

Los resultados del estudio de este planeta, tan intensamente buscado y bautizado como Próxima b, se publican en la portada de Nature, en un artículo cuyos dos primeros autores son españoles: Guillem Anglada-Escudé, de la Universidad Queen Mary de Londres, y Pedro J. Amado, del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA).

"Este mundo rocoso es un poco más masivo que la Tierra y es el exoplaneta más cercano a nosotros y también puede ser el planeta más cercano que pueda albergar vida fuera del Sistema Solar", afirma en una nota de prensa el Observatorio Europeo Austral (ESO), y desde cuyos telescopios los expertos han logrado identificar al planeta.

Próxima b orbita alrededor de Próxima Centauri, una enana roja que es la estrella más cercana al Sol y la posibilidad de que exista vida en los planetas en torno a este tipo de estrellas es objeto de debate entre la comunidad científica.

Posibilidades existen pero para verificarlas queda mucho trabajo por hacer y muchas horas de observación con instrumentos, incluso, que aún están por construir, explica Pedro J. Amado.

"Hablar de vida en el nivel de conocimiento que tenemos del planeta es ir demasiado lejos" porque, entre otras cosas, para que un planeta tenga una temperatura sobre su superficie que permita agua líquida -lo que posibilita la aparición de vida, al menos como la conocemos- se necesita una atmósfera que lo proteja y caliente".

Las observaciones se hicieron con el espectógrafo HARPS del telescopio de 3,6 metros de ESO en La Silla (Chile) y la estrella fue monitorizada simultáneamente con otros telescopios del mundo.

75.000 años de viaje

La investigadora española, Cristina Rodríguez, que forma parte del equipo de trabajo que ha hallado el nuevo planeta, Próxima b, ha descartado la posibilidad a corto plazo de viajar al planeta, ya que se encuentra a 4,2 años luz (40 billones de kilómetros) y se tardaría 75.000 años en llegar, basándose en la máxima velocidad alcanzada hasta ahora por una nave: los 60.000 kilómetros por hora en los que viajó la Voyager 1 en los años 70.

Rodríguez ha señalado que "estos retos tan importantes espolean la imaginación de la gente" sobre la posibilidad de habitabilidad del planeta. Sin embargo, y aunque ha confirmado que este mundo "sí es habitable" no se trataría de la vida tal y como se conoce en la Tierra.

Así, ha apuntado que Próxima b está en la distancia justa de la estrella para que el planeta pueda tener agua líquida". "Eso se ve observando la atmósfera y viendo si hay vapor de agua, algo que se da si el planeta pasa delante de la estrella produciendo un eclipse", ha explicado Rodríguez.

Igualmente, la investigadora ha adelantado que "hay indicaciones de que quizás podría haber otro planeta" junto a la misma estrella.