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Solidaridad

En el corazón de la desolación

La directora de la SGAE en Canarias, Cristina del Río, visita un campo de refugiados sirios en Grecia, en el que sólo la solidaridad contrarresta el olvido en el que los hemos sumido

Taller de costura en Eleonas. LP/DLP

La directora en Canarias de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), Cristina del Río, colaboró este verano como voluntaria en el campo de refugiados de Eleonas, en Atenas, una inmersión en la realidad de los descorazonadores limbos en los que mantenemos a quienes vienen huyendo de la guerra civil siria, con las vidas y las almas hechas añicos, a la espera de la ansiada respuesta a la solicitud de asilo. "Tenemos la responsabilidad moral de intervenir aunque no podamos cambiar las leyes", señaló Del Río, que durante dos semanas compartió su experiencia con muchos otros voluntarios españoles: "Querían transmitir un mensaje de solidaridad y de 'no en mi nombre, no estoy de acuerdo con la política de mi gobierno".

A veces el ser humano muestra su mejor cara justo allí donde esperaríamos que ese rostro esté totalmente desfigurado. Del Río reconoce que la experiencia ha sido impactante, pero también tremendamente aleccionadora. Así, destaca la ejemplar solidaridad del pueblo griego, inmerso en su propio calvario desde que eclosionó la crisis pero capaz de compartir con estos refugiados lo poco que aún atesora: "Es la generosidad de los individuos. Los servicios sociales griegos no dan abasto ni para su propia población, pero las personas han desarrollado un alto nivel de solidaridad, han entendido que los refugiados están incluso en peores circunstancias que ellos". No obstante, advierte de los riesgos que supone dilatar durante largo tiempo la actual situación, con diferentes campos de refugiados diseminados por la geografía griega. "Los griegos siguen siendo muy conscientes de que los refugiados no han venido a quitarles nada, pero su Estado está en una situación que no le permite mantenerlos. Por eso la ultraderecha está creciendo en Grecia con xenofobia, con el mensaje de priorizar antes la necesidad de los nacionales, aunque eso atenta contra los derechos más básicos de los seres humanos", señala.

Cristina se encontró en Eleonas un montón de vidas varadas, con el tiempo congelado en unas rutinas que lo van despersonalizando y desesperando todo. "Es gente que viene traumatizada, que ha perdido familiares, amigos y todas sus propiedades. No buscan sino una oportunidad de vida, vivir en paz y sacar adelante a sus familias, porque los que no tienen hijos no suelen abandonar su país. Están metidos en una rutina, en un campo donde no eres nadie, no entiendes los idiomas y tienes todos los días la misma comida, con peores condiciones que las de los presidiarios", explica. Un refuguado no pudo más y trató de quitarse la vida mientras Del Río estaba allí: "Quien llega a ese extremo es que ha perdido la esperanza y ya no tiene fuerzas para aguantar más, aunque tengo la duda de si habría recibido una mala noticia, como que no le aprueban la solicitud de asilo".

La dirigente de la SGAE se muestra muy crítica con ciertos esterotipos acerca de estos refugiados, y quiere desmentir el perfil que pretende vincularlos al peligro del terrorismo integrista islámico. "No digo que no pueda haber un caso aislado, pero ves gente normal, como la de cualquier ciudad española. Hay abogados, médicos, taxistas y camareros. Un mix con un nivel quizá un poco más alto porque es muy caro salir de sus países". Es tan caro, que muchos dejan a sus hijos a algún familliar que sale del país, para que lo lleve con él, en vista de que no se mpueden costear el viaje de toda la familia.

Finalmente, Del Río lamenta la escasa sensibilización que mostramos ante un problema como éste, que va perdiendo visibillidad mediática. "Hay intereses politicos evidentes, pues cuanto menos sepa la poblacióneuropea, menos sensibilizada estará cuando estas personas toquen la puerta de su casa, de Europa. Quiren mantener más firmeza en el control de fronteras. Y ojos que no ven, corazón que no siente. La ocultación de datos es una forma de insensibilizar a la población y que no demos el paso en el apoyo a los refugiados.

Cristina del Río narra en detalle esta experiencia como voluntaria en la última entrada de su blog Scenarios, que además contextualiza las circunstancias en las que se encuentran estos refugiados. La dirección de esta bitácora es http://blog.cdelrio.com.

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