En Contact, una película que en 1997 facturó Robert Zemeckis -el mismo director que en mayo se dejó caer por Gran Canaria con Brad Pitt y Marion Cotillard para rodar algunas escenas de Allied-, varios protagonistas del film alcanzaban la misma conclusión al ser cuestionados por la posible existencia de vida extraterrestre. "Si sólo estamos nosotros, cuanto espacio desaprovechado", apuntaban los personajes interpretados por Jodie Foster, Matthew McConaughey y David Morse.

Esa duda, que acompaña desde hace siglos al hombre, se ha avivados en los últimos días. El porqué tiene su punto de origen en Zelenchukskaya (Rusia). Allí, al norte del Cáucaso, el radiotelescopio RATAN-600 captó hace poco más de un año una misteriosa onda localizada en la estrella HD 164595, un astro parecido al Sol y que está a 94 años luz de la Tierra.

En la trama de Contact, en un momento concreto de la película, parecía que la gran cuestión -la existencia o no de vida extraterrestre- quedaría resuelta en la gran pantalla. Unos científicos, localizados en un observatorio de Nuevo México (EE UU), descubrían una señal de vídeo, procedente de Vega -a 25 años luz-, escondida en una misteriosa señal: el discurso de bienvenida de Adolf Hitler en los Juegos Olímpicos de Berlín 1936.

La extraña señal, de posible origen artificial descubierta por el radiotelescopio ruso Ratan-600, no tiene un protagonista tan siniestro como el Führer. Es más, ni siquiera se sabe muy bien qué es y, sobre todo, si es un rastro provocado por vida extraterrestre. Alrededor de esta noticia, entre los expertos, sin embargo hay cierto escepticismo y la mayoría descarta que en esta ocasión se dé con vida más allá de la Tierra.

La señal tuvo una intensidad de 750 milijanskys, una cifra que se consideraría muy elevada si realmente procediera de si procede de la estrella HD 164595. Desde Instituto SETI -Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre-, se subraya siempre una misma hipótesis: si los alienígenas emitieran una señal de radio lo harían en una frecuencia muy concreta para evitar ser confundidos con el ruido procedentes de fuentes astronómicas normales, que emiten en muchas longitudes de onda al mismo tiempo.

Escepticismo general

Sin embargo, desde que trascendiera la noticia de la señal captada por el radiotelescopio Ratan-600, los telescopios del SETI han apuntado en la misma dirección, en busca de la estrella HD 164595 y, de momento, el resultado general es desolador: no hay rastro ni réplicas de la supuesta huella captada por los rusos.

Lo que si recalcan los científicos, a partir de la especulación, es que si la señal fuese artificial habría requerido una potencia de 1020 vatios, cientos de veces más energía que toda la recibida por la Tierra en un día. Y eso, de ser cierto, revelaría que la civilización de HD 164595 -donde sólo se ha identificado un planeta del tamaño de Neptuno y que orbita muy cerca de su sol (lo que haría imposible la vida allí)- se encontraría en un estado de desarrollo muy superior al de los humanos.