La agencia aeroespacial estadounidense (NASA), tiene todo listo para lanzar hoy jueves la sonda espacial Osiris REx, que irá al encuentro del asteroide Bennu con la finalidad de entender la infancia del Sistema Solar.

La sonda, bautizada como Orígenes, Interpretación Espectral, Identificación de Recursos, Seguridad y Explorador de Regolitos (Osiris-REx, por sus siglas en inglés) pretende llegar al asteroide, recoger muestras de su superficie con su brazo robótico y retornar con ellas a la Tierra para su análisis.

El investigador principal de la misión, Dante Lauretta, aseguró en una conferencia de prensa esta semana que la obtención de muestras para su análisis minucioso y en profundidad en la Tierra es la clave fundamental de esta misión.

Bennu, de unos 500 metros de ancho y que viaja a unos 100.000 kilómetros por hora, ha sido elegido por la NASA como el objeto de esta misión por tratarse de un asteroide primitivo cuya superficie está cubierta con materiales similares a los que predominaban al inicio de la formación del Sistema Solar.

La sonda Osiris-REx se espera que llegue al asteroide en 2018, para cartografiar en detalle el asteroide, calcular su composición y medir su movimiento, entre otras cosas, antes de recoger las muestras (al menos 60 gramos de material) y regresar a la Tierra, algo que se espera tenga lugar en septiembre de 2023.

Esta es la primera misión de la NASA en que se envía una sonda para recoger muestras de un asteroide y retornar con ellas a la Tierra, algo que ya hizo hace una década la Agencia Espacial Japonesa con la misión Hayabusa y el asteroide Itokawa.

Bennu, compuesto sobre todo por carbono y muy probablemente por silicatos alterados por la presencia de agua, tiene materiales más parecidos a los que había al principio de la formación del Sistema Solar, al no haber sufrido tanto grado de calentamiento por estar más alejados del Sol.

Situado a una órbita a unos 480.000 kilómetros de la Tierra, este asteroide es de los considerados cercanos a nuestro planeta, ya que la gran mayoría están en el denominado cinturón principal, una especie de anillo entre Marte y Júpiter en el que se encuentran confinados.