En mayo de 2014, Reshma Qureshi era sólo una joven de 17 años que iba camino de la escuela, cuando su cuñado y un grupo de hombres le lanzaron ácido a la cara causándole una desfiguración de por vida. Su castigo, haber ayudado a su hermana a separarse de un marido maltratador.

A partir de ahí su vida cambió y cayó en una fuerte depresión que hizo que intentara sucidarse en varias ocasiones. Fue entonces cuando una ONG la incluyó en un programa de rehabilitación y empezó a protagonizar tutoriales de belleza. En ellos denuncia los continuos ataques con ácido que se producen en la India cada semana.

Tal fue su impacto, que una línea de moda, le invitó a desfilar en la Fashion Week de Nueva York. Uno de los diseñadores declaró que con esta iniciativa han querido que Reshma vuelva a sentirse guapa otra vez. Un ejemplo de superación y de lucha contra los estereotipos de las pasarelas.