Las nubes interestelares pueden haber sido un factor erosivo adicional en el proceso de adelgazamiento de la atmósfera de Marte a lo largo de miles de millones de años.

Durante años, los científicos han sabido que el viento solar -la corriente de partículas cargadas procedentes del sol- puede despojar moléculas de hidrógeno en la atmósfera de Marte.

Nuevos resultados sobre la base de las observaciones de la nave MAVEN (Mars Atmosphere and Volatile EvolutioN Mission) de la NASA, en órbita del planeta rojo, sugieren que las nubes interestelares son igualmente parcialmente responsables de este proceso.

"MAVEN ha dejado claro que la radiación ionizante del sol es el principal motor tal y como lo vemos ahora. Estoy de acuerdo con los resultados al 100%, y estoy buscando en escalas de tiempo geológicas donde los encuentros con las nubes interestelares también llegaron a ser importante", ha afirmado la autora Dimitra Atri, del Blue Marble Space Institute of Science, en una entrevista con Discovery News.

El cambio viene a medida que nuestro sistema solar se mueve alrededor de la galaxia, explica Altri. De vez en cuando, nos movemos a través de las nubes interestelares - grandes y densas nubes de gas y polvo - en eventos que duran aproximadamente un millón de años. Esto ha ocurrido al menos 135 veces desde que el sistema solar se formase hace 4.500 millones de años, según sugieren los registros geológicos de la Tierra.

Cada vez que ocurre, el gas y el polvo en la nube golpean el viento solar y crean un arco de choque. Este choque acelera las partículas cargadas (protones) que, según sugiere Altri, hace que Marte pierda el 0,5% de la atmósfera en cada proceso.

Otros eventos atribuidos a la pérdida de atmósfera de Marte, como las llamaradas solares y las supernovas tienen una menor contribución; Atri dice que incluso La llamarada solar más fuerte tiene ocho veces menor magnitud en el escape de la atmósfera de Marte que una pasada a través de una nube interestelar.