La misericordia conecta con el sentido experiencial de lo que somos y reconoce la fragilidad, independientemente de nuestra ideología o religión. En torno a estas claves se desarrolló la mesa redonda que tuvo lugar este viernes en Radio ECCA, que coorganizó el acto con la Fundación Loyola en Canarias con el objetivo de generar un espacio de reflexión que en torno al tema de la misericordia propuesto por el Papa Francisco desde sus implicaciones sociopolíticas.

Según se informa en un comunicado, en el acto intervinieron: Luis Arancibia, director adjunto de Entreculturas; Fernando Canellada, subdirector de La Provincia-Diario de Las Palmas; María Eugenia Benítez, religiosa de la congregación de “Villa Teresita”, que trabaja con mujeres en situación de exclusión social, y Javier Castillo SJ, director del Centro Loyola en Canarias. La directora gerente de Radio ECCA, Amparo Osorio, abrió el acto, mientras que la clausura estuvo a cargo de Lucas López SJ, director titular de Radio ECCA.

Los cuatro invitados expusieron la amplitud del concepto de misericordia y su proyección sobre la justicia social. En este sentido, explicaron que la misericordia tiene que ver con el modo en que se gestiona la economía y al servicio de qué está la gestión pública y económica.

Para los contertulios, la misericordia tiene una dimensión política que busca que los estados se acerque a las personas más vulnerables: debe ser un modo de gestión al servicio del bien común.

Por tanto, la misericordia nos obliga a repensar si nuestro sistema está al servicio de la ciudadanía, desde el punto de vista de evitar los desequilibrios. "La justicia misericordiosa desborda a la legal y se vuelve, en este sentido, absolutamente revolucionaria". Se trata, en definitiva, de cambiar la mirada ante las personas excluidas.