El consejero de Sanidad del Gobierno canario, Jesús Morera (PSOE), ha defendido que los presupuestos de su departamento para 2017 se negocien a partir de su gasto real, porque "las cartas están boca arriba" y ya todos saben que sus recursos están por debajo de lo que se ejecutó en 2015.

En declaraciones realizadas a su llegada al Parlamento, Morera ha defendido que, en sanidad, "mirar solo al presupuesto es como engañarse al solitario", porque lo relevante es lo que efectivamente se gasta, así que hay que comprobar si el desvío que se atribuye a su departamento (145 millones) se debe a razones estructurales y abordar el presupuesto de 2017 en función del gasto real.

"La negociación empieza a ahora y va a ser una etapa dura", ha adelantado el consejero.

En este sentido, ha subrayado que este problema no lo tiene él como consejero, sino la asistencia sanitaria en general, y ha asegurado que se siente respaldado tanto por el presidente del Gobierno, Fernando Clavijo (CC), como por la vicepresidenta, Patricia Hernández (PSOE).

Morera ha admitido que habrá un déficit importante en el gasto presupuestado para 2016 pese a los ajustes que va a realizar hasta final de año para tratar de que el desvío sea el mínimo.

Esos ajustes van a afectar a los programas especiales de pruebas diagnósticas y cirugía, por lo que aumentarán las listas de espera.

La eliminación de los programas especiales supone además que se reducirán contratos, por lo que entiende el malestar de los trabajadores y de los sindicatos, con los que hablará para intentar que entiendan la situación.

En su opinión, el Gobierno de Canarias debería haber dedicado los fondos del IGTE (160 millones de euros anuales) a los servicios públicos esenciales de sanidad, educación y políticas sociales, antes que a un plan de desarrollo, pero el Ejecutivo ya tomó su decisión y él como consejero se va a atener a ella.

"Con unos servicios públicos boyantes estaría muy bien ese plan de desarrollo económico, pero en este momento lo que se necesitaba era reforzar los servicios públicos", ha alegado.

Morera ha precisado que considera que el plan de desarrollo "es una buena idea", pero también que Canarias "no tenía los servicios públicos en estado mínimo para poder emprenderlo".

Respecto al cierre presupuestario anticipado ordenado por la Consejería de Hacienda, ha indicado que los servicios de educación, políticas sociales y sanidad van a quedar exceptuados, así que no supondrá ajustes adicionales.

Morera se ha comprometido a poner el máximo rigor en el manejo del presupuesto, pero también a la hora de dar toda la información, y la realidad es que "el presupuesto de este año es francamente inferior al gasto real del año pasado".

En este ejercicio ha habido gastos no presupuestados derivados de más días libres del personal, gasto farmacéutico por la hepatitis C y nuevos servicios en los hospitales del norte y sur de Tenerife, en Fuerteventura y en urgencias en Gran Canaria.

"Está todo justificado, no se malgasta dinero en sanidad. La sanidad para mí no es un gasto, es una inversión, y tengo constancia de que en los hospitales los trabajadores hacen todo lo posible para que el gasto sea el necesario, no más de eso", ha afirmado.