El jefe de la Policía Local de Villa de Mazo ha defendido en el juicio que se sigue por el incendio forestal de La Palma de 2009 que este no fue ocasionado por los voladores lanzados en las fiestas de Tigalate por los tres acusados, que se exponen a posibles condenas de prisión.

En la segunda sesión de la visa oral, este funcionario municipal ha explicado a la Audiencia de Santa Cruz de Tenerife su convencimiento de que el fuego lo pudo haber provocado un individuo que fue visto por la zona en la que se inició aquel incendio, que quemó casi 4.000 hectáreas de terreno y decenas de viviendas.

De hecho, ha relatado que, a petición de la Alcaldía, la Policía Local de Mazo emitió en su momento un informe en el que sugería investigar la presencia en el lugar de los hechos de esa persona conocida por tener antecedentes penales.

Sin embargo, ese informe fue descartado posteriormente por la Policía Judicial, que centró sus investigación en la posibilidad de que el fuego hubiese sido ocasionado por los voladores.

Durante esta mañana, han declarado ante el tribunal diversos testigos presentes en el lugar en el momento del comienzo del incendio, sin que ninguno pudiera asegurar que se tiraran voladores en esa noche.

Así, el que fuera alcalde en 2009 de Villa de Mazo, Francisco Javier González, ha declarado que es costumbre en La Palma lanzar cohetes voladores en las fiestas populares en honor a la imagen que se venera, "así como en todo tipo de eventos sociales como bodas, bautizos o partidos de fútbol".

Miguel Angel Morcuende, actualmente director insular de la Administración del Estado y jefe de extinción del Cabildo de La Palma cuando acontecieron los hechos, ha indicado que "cuando existen alertas está prohibido todo tipo de actividades que pueden suponer un riesgo de incendios", señalando de forma expresa el lanzamiento de voladores.

El fiscal del caso, siguiendo las pruebas periciales presentadas por la Policía Judicial, ha tratado de demostrar en el transcurso de la sesión de hoy que el decreto de alerta suponía la suspensión de ese tipo de actividades, y por ello ha preguntado al entonces consejero insular de Medio Ambiente, Julio Cabrera, si se había comunicado adecuadamente la declaración a los ayuntamientos.

El exconsejero ha corroborado que sí existía alerta y que fue responsabilidad del Centro de Coordinación Operativa Insular (Cecopin) comunicar a las instituciones locales esa situación.

Sin embargo, el jefe de la Policía Local de Villa de Mazo, aquel día la alerta por riesgo de incendios forestales no fue comunicada a su Ayuntamiento.