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Entrevista

"Nuestro pescado es mejor, pero el panga está aquí porque supera los controles"

"En EE UU ya se hace cirugía bariátrica a niños obesos de siete años, esto es lo que se nos viene encima", afirma el pediatra Luis Peña

El pediatra Luis Peña en el Hospital Materno Infantil. YAIZA SOCORRO

Como especialista en Digestivo y Nutrición Infantil, ¿qué opina sobre la polémica suscitada en torno al consumo de panga en los comedores escolares?

El problema del panga es que no es un pescado de la zona, es de río, y tiene menor concentración de ácidos grasos omega 3 por ejemplo. Desde el punto de vista social se supone que debemos comer más pescado fresco, de cercanía, nuestro pescado es mejor, y no traer un pescado importado de tan lejos, que la única ventaja que tiene es que es más barato y no tiene espinas. Dicho esto, Sanidad lo tiene muy controlado, y por ese lado no hay que generar ningún tipo de alarma porque si el panga está en España es porque ha superado todos los controles. Pero entiendo que en el contexto de dieta Mediterránea, lo mejor es un pescado de nuestras aguas más cercanas, es de sentido común, al igual que lo mejor es subir al árbol y coger la fruta del propio árbol, tiene más vitaminas y minerales es de temporada y cercanía. Si hablamos de calidad estamos hablando de productos de la zona, productos frescos y de temporada; pero si entramos en economía, ya son otras variables.

¿Qué opina de los comedores escolares, se están haciendo bien las cosas desde el punto de vista de la nutrición?

Son muy importantes, gracias a los comedores escolares hay muchos niños que comen alimentos que en su casa no se cocinan, a lo mejor por falta de tiempo, porque sus padres trabajan y por el modelo de vida que llevamos hoy en día. En los comedores comen legumbres, desde garbanzos, judías o lentejas, un buen potaje de verduras... El niño cuando acabe al mediodía, tiene que haber recibido el 55% de su energía, de ahí la importancia de los comedores escolares. Además, gracias a ellos, muchos niños pequeñitos aprenden a comer allí.

¿Cambiaría algo?

Siempre se aconseja que se utilicen en lo menús productos de la tierra, productos frescos, y también, que los menús sean atractivos para los niños, además de que sigan un control nutricional.

En Canarias se está consolidando el programa de Ecocomedores, dirigido a impulsar la comida ecológica. ¿Cree que debería extenderse este modelo a todas las escuelas?

Obviamente, lo que se pretende es que se consuma lo que la tierra da y lo que está más cercano, pero el peligro de esto es que no podemos estigmatizar a los productos que no son ecológicos. No es que una cosa sea lo mejor y lo otro absolutamente malo. Los productos de cercanía y de temporada, sean ecológicos o no, tienen mayor complejo vitamínico, y más valor nutricional, cultural y medioambiental. Y en esto se debe aplicar el dicho de que Somos lo que comemos. Con el panga ha pasado lo mismo, no se trata de un problema sanitario, sino de impulsar los productos de cercanía, frescos y de temporada. Siempre es mejor nuestros productos que uno que venga de Vietnam, pero no hay que polemizar sobre eso, Sanidad lo ha hecho bien, lo tiene controlado, y por otra parte, la recomendación es que los niños tomen entre dos a tres raciones de pescado a la semana, sobre todo por la cantidad de ácidos omega 3, muy importante para su desarrollo cerebral.

Aclarado el tema del panga, ¿cuál cree que es actualmente el principal problema a atajar en el campo de la Nutrición Infantil?

La obesidad es un problema muy grande, un problema importante, una enfermedad social. En este tema las administraciones hacen bastante, la gente sabe perfectamente la dieta que los niños deben llevar y se sabe que tienen que hacer ejercicio, pero no lo hacen. No es por falta de información, insisto, lo saben perfectamente, están super informados, porque eso lo vivo yo todos los días. Todas las administraciones se han implicado, las locales, provinciales, las autonómicas, las estatales, todas tienen programas contra la obesidad infantil, y de hecho en Canarias se trabaja constantemente siguiendo la estrategia NAOS. No sé qué es lo que falla para frenar este grave problema de salud, quizás en la propia estructura social, porque no es un problema médico, sino social.

¿Y económico?

Es cierto que con la crisis ha aumentado más la obesidad, pero esto viene de atrás y estamos llegando a una situación preocupante. En Canarias muchos de estos niños están haciendo hígado graso, acumulo de grasa en el hígado, y estamos asombrados porque vemos muchísimos casos. Ahora mismo, en Estados Unidos y en algunos países europeos, se está viendo a niños de hasta siete años, y a adolescentes que se someten a cirugía bariátrica, porque es la única solución para estos menores con obesidad mórbida e hígado graso. Esto ahora en Canarias no lo vemos, pero es lo que nos viene encima. Este es un problema que preocupa muchísimo, porque esos niños con obesidad tienen un riesgo muy elevado de sufrir diabetes, enfermedades cardiovasculares..., e insisto, estamos hablando de niños menores de 14 años de edad.

¿Cuáles son las claves para frenar esto?

La dieta, y aquí también recomendaría la dieta Mediterránea, y el ejercicio físico. Es curioso como en Canarias, donde se puede disfrutar del sol durante casi todo el año, hagamos muy poco ejercicio físico y, sin embargo, en ciudades como Toronto, Holanda o Suecia, donde los inviernos son muy fríos, la incidencia de obesidad es más baja porque la gente hace mucho deporte, haga frío o no. Sin duda el problema de la obesidad infantil en Canarias, donde podemos disfrutar del aire libre, de buen tiempo, es un tema que se nos escapa, incluso a la propia Sanidad. Intervienen muchos otros factores, pero sobre todo el estilo de vida, los niños antes venían al hospital porque se caían de la bicicleta, o de un árbol y hoy nos llegan porque tienen una fractura en el dedo gordo por estar todo el día con la playstation. Hay que cambiar los hábitos sedentarios en casa.

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