Rafa Nadal protagonizó ayer una singular anécdota al detener el partido que estaba disputando con el ídolo del tenis John McEnroe, tras percatarse de los gritos de una madre, en las gradas, que había perdido a su hija entre el público y pedía ayuda al equipo de seguridad.

Con el partido detenido, en cuestión de segundos Clara, que se encontraba perdida llorando, regresaba a los brazos de su madre, que la abrazaba emocionaba y con un gesto agradecía al ídolo local que hubiera interrumpido el encuentro hasta que apareciera su hija.