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Entrevista a Elim Chan

"Un concurso cambió mi vida como si fuera el cuento de la Cenicienta"

"La música es mi propia voz, la forma que tenfo de expresarme y que me da una gran libertad", asegura la directora

Es la primera vez que está en Gran Canaria para dirigir a la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria. ¿Cómo se siente en vísperas del concierto del viernes?

Muy feliz. Este es el primer concierto que hago aquí y ha sido una suerte que haya sido posible tenendo una agenda tan ocupada como la mía. Es un programa ruso con obras muy distintas. Contenta de que me hayan invitado a trabajar con esta orquesta y con un solista como Lukás Vondrácek, en el Concierto para piano nº 3, de Prokofiev. Y también haremos las Danzas sinfónicas, de Rachmanivov, una de las más asombrosas piezas del repertorio para orquesta, y es la primera vez que lo hago, es mi primer Rachmaninov en esta ciudad hermosa. Günter Herbig se interesó por mí, conocía mi nivel y me recomendó.

¿Usted es la primera mujer que dirige a la OFGC en esta temporada que también cuenta con el concurso de la estadounidense Joan Falleta. ¿Que valor le otorga a esta situación que no es frecuente, y si considera que deberia ser normal ver dirigir a una mujer?

Es realmente bonito, pero a la vez que es un honor me gustaría que fuera algo normal, porque no veo diferencia alguna entre hombre y mujer. Yo vengo aquí porque lo valgo en mi trabajo y no por ser una mujer. Me sentiría extraña si fuera así. Y en verdad, no hay demasiadas mujeres en la dirección orquestal. Este trabajo no es fácil, exige mucho sacrificio y dedicación, hay que valorar cuestiones como la familia, es duro, como si fuera una carrera en solitario.

¿Cómo cambió su vida al ser la primera mujer que ganó el Concurso de Dirección Donatella Flick, de la Sinfónica de Londres, que le permitió asumir el rol de director asistente de la formación británica en la temporada 2015/2016?

Mi vida cambió totalmente. Es como el cuento de Cenicienta. Yo era una estudiante en Estados Unidos, y estaba en mi último año, y llegué a la fase final del concurso, y fue un gran impulso a mi carrera profesional. Me trasladé a Londres y la Sinfónica me ofreció muchas oportunidades y me dije a mi misma que era la oportunidad de aprender. Y fue lo que hice durante dos años, y asumiendo todos esos conocimientos y cambios, descubriendo muchas cosas, y como una orquesta debe de sonar, y todo eso me hizo mejorar. Todo cambió. Los musicos me enseñaron mucho, y los directores, como Antonio Pappano, que es uno de mis grandes maestros, Simon Rattle y Bernard Haitink, son los tres grandes para mí. He trabajado como directora asistente con ellos, Fue una gran experiencia en todos los sentidos, y aprendí lo que puedo o no hacer.

¿Y que tal la experiencia de trabajar con la Orquesta del Teatro Mariinsky y el director Valery Gergiev?

En estos años me he encontrado a gente muy amable, y luego esá Gergiev [risas]. Es un tipo muy diferente de persona si lo comparamos con los ingleses. Siempre está muy ocupado, y yo siempre tenía que estar preparada, era muy distint a cuando estuve en Londres. Él me invitó al Mariinsky, estuve en Rusia, en San Petersburgo y fui la primer mujer en dirigir esta orquesta y fue una experiencia increíble. Y luego estuve de gira con ellos por Mexico.

¿Qué es la música para usted y por qué quiso dedicarse de forma profesional?

En mi familia no hay tradición, musical alguna, soy la única que decidió dedicarse a esto. Recuerdo que fui a mi primer concierto con orquesta cuando tenía nueve o diez años, en Hong Kong, vi a la directora que estaba frente a aquellos músicos, y me quedé fascinada. La música para mi es un conjunto de cosas, no me interesa lo que hace un solista, sino lo que ocurre cuando toca una orquesta, con su fuerza es algo maravilloso, y que todo confluya. Y la música es mi propia voz, la forma que tengo de expresarme, me da una gran libertad. Hay gente que escribe, que pinta y es la forma en que hablo.

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