El papa Francisco proclamó este domingo santo al obispo español de Málaga y Palencia Manuel González García (1877-1940) fundador de las Hermanas Nazarenas y promotor de la devoción a la eucaristía, durante una ceremonia en la Plaza de San Pedro en el Vaticano.

Francisco utilizó como es habitual la formula en latín para proclamar la santidad del obispo y pedir que fuese inscrito en los libros de los santos de la Iglesia.

Durante la ceremonia ante decenas de miles de personas también se proclamaron otros seis santos, el mexicano José Sánchez del Rio, asesinado a los 14 años durante la revuelta contra los llamados "cristeros"; el sacerdote argentino José Gabriel del Rosario Brochero, el "cura Gaucho", los italianos Lodovico Pavoni y Alfonso Maria Fusco y dos religiosos franceses, Salomone Leclercq y Elisabetta Catez.

El prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, el cardenal Angelo Amato, acompañado de los postuladores, que en el caso del español es Javier Carnereno Peñalver, presentó a Francisco la petición de canonización y leyó una pequeña biografía de cada uno.

A lo que el papa pronunció la fórmula en latín: "En honor de la Santísima Trinidad, por la exaltación de la fe católica y el incremento de la vida cristiana, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo y de los santos apóstoles Pedro y Pablo, después de haber reflexionado largamente e invocado la ayuda divina, y escuchando el parecer de muchos de nuestros hermanos obispos, declaramos santos a los beatos.

Y continuó: "Y les inscribimos en el Catálogo de los Santos, y establecemos que en toda la Iglesia sean devotamente honrados entre los santos".

Después se llevaron hacia el altar las reliquias de los nuevos santos.

Para esta ocasión, de España ha llegado una delegación compuesta por el ministro de Interior en funciones Jorge Fernández Díaz; la presidenta de la Diputación de Palencia, María de los Ángeles Armisén y el alcalde de Palencia, Carlos Alfonso Rebolleda.