Se cumple un año del intenso periodo de lluvias que sufrió el Archipiélago entre mediados de octubre y principios de noviembre de 2015, que tuvo durante varias semanas a los canarios constantemente pendientes de los avisos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), las alertas decretadas por el Gobierno de Canarias y los anuncios de suspensiones de clases.

El 14 de octubre se anunciaba la llegada de una borrasca con lluvias y fuertes vientos, que entró por las islas occidentales al día siguiente, y hasta el 2 de noviembre no se recuperó del todo la normalidad, aunque entre ambas fechas se vivieron contadas jornadas de calma.

Esta racha de temporales se saldó con numerosos desperfectos (municipios como Telde se llevaron la peor parte) y un muerto en Fuerteventura: un turista alemán se adentró en el mar junto a un compañero y fue arrastrado por las fuertes corrientes y el intenso oleaje en la zona de Costa Calma, en Pájara.

Fueron veinte días de locura meteorológica a los que estamos poco acostumbrados en las Islas y que causaron numerosas inundaciones, cortes de carreteras y percances de todo tipo, obligando a emplearse a fondo a los servicios de emergencias y otros efectivos. Dejaron también escenas como la de una guagua que quedó atrapada en medio del agua en la capital grancanaria, además, por supuesto, de los barrancos, que corrieron como nunca. Las autoridades anunciaron ayudas para reconstruir las infraestructuras afectadas, y los internautas ayudaban a paliar tanta tensión con sus memorables memes. En resumen, un panorama que no tiene por qué repetirse con la nueva borrasca anunciada para los próximos días, aunque la coincidencia de fechas invite a echar la vista atrás.