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Integración

Una lucha tenaz contra los prejuicios

El actor y escritor Pablo Pineda da las claves para la integración de personas con otras capacidades

Pablo Pineda (a la izquierda) junto a Raimundo Baroja, ayer. ANDRÉS CRUZ

"Soy un joven a secas de 42 años". Así empezaba ayer el actor Pablo Pineda su charla en la I Jornada de Empleo Social de DISA, celebrada en el hotel AC Iberia, que tiene como objetivo promover la inclusión laboral de personas con capacidades diferentes. Pablo Pineda, que actualmente trabaja como consultor y conferenciante de la Fundación Adecco, que colabora en este evento, se hizo popular al ser el primer estudiante con síndrome de Down que concluía una carrera universitaria en Europa y por ganar la concha de Plata al mejor actor en el Festival de Cine de San Sebastián por el filme Yo, también.

Pineda, que intervino acompañado del vicepresidente del grupo DISA, Raimundo Baroja; el director de Fundación Adecco, Francisco Mesonero, y el director de recursos humanos de DISA, Juan Vicente Díaz, afirmaba a continuación que "siempre he sido una persona muy optimista, y eso me ha venido muy bien, ya que soy de los que piensan que todo tiene solución en la vida". Alguien, en definitiva, "de semblante tenaz" que nunca se ha empequeñecido en grandes retos.

Los cuatro integrantes de la mesa llegaron a la conclusión de que la palabra "discapacidad" ya está pasada de moda, y que lo único que diferencia a las personas con síndrome de Down de las demás es que tienen "otras capacidades" y durante las intervenciones fueron proyectando vídeos que hacían alusión directa a este tema.

Para Pineda la gran barrera que hay para integrar a estas personas son los prejuicios, y subrayó que incluso a él a veces le resulta difícil no caer en ellos. "Los prejuicios son algo físico. Estás en la calle y enseguida asoman. Pero hay que pararse y hablar con la gente. Eso es lo bueno, conocer en profundidad las cosas". Aunque reconociera que no le importa que le llamen persona con síndrome de Down, Pineda señaló que "primero soy persona, y luego todos los apelativos que quieran ponerme" aunque luego recordó que todos tenemos limitaciones. "Seguro que algunos de ustedes no podrían hablar en público", dijo.

Más de 3.000 personas integran el equipo DISA en toda España, de las que 150 son personas con capacidades diferentes, lo que en términos relativos equivale al 4,2%, cuando lo habitual es la mitad. En la actualidad hay 950 millones de personas con discapacidad en el mundo, 50 millones de ellos en Europa. Algunos han estudiado, pero sólo un 6% ha logrado acabar una carrera universitaria. "Yo fui el primero que se atrevió a romper una barrera académica. Fui el primer europeo que llegó a la universidad y ahora esa cifra tan baja me duele mucho, la universidad es una institución inmovilista, y todos tenemos que empujar para que esto cambie", añadió. Pablo Pineda es diplomado en magisterio y le faltan pocas asignaturas para ser licenciado en psicopedagogía. Ha escrito los libros El reto de aprender y Niños con capacidades especiales: Manual para padres, y presentado el programa de La 2 Piensa en positivo. Son múltiples las anécdotas que podría contar de su vida

"En una revista me ponen de titular El fuera de serie, pero fuera de serie fueron mis padres que me educaron en una época difícil, que tuvieron que luchar contra una muralla política, social y cultural imperante. Nunca me han superprotegido, ya que eso es un error. Yo era el cuarto hijo, el más pequeño, y tenía más motivo para que me sobreprotegieran, pero no, han sido lo contrario, muy exigentes".

Un momento especialmente divertido de su intervención fue cuando recordó la entrevista que Pepa Bueno le hizo en el programa Viajando con Chester. Pineda le recordaba que síndrome de Down no era una enfermedad, que eso era un error de los médicos, ni tampoco existen grados, sólo hay diferencias entre personas. Y al igual que hay personas con más limitaciones que otras, lo mismo sucede con ellos. Pero ante la incredulidad de la periodista, le comentó. "Por ejemplo, tú no eres Naomi Campbell". El actor, escritor y presentador también recordó que, desgraciadamente, las cosas no han cambiado mucho. "Antes el de la discapacidad casi no salía de casa. Pero ahora no veo a ningún síndrome de Down por la calle, ¿qué ha pasado?, ¿se han volatilizado? Lo que realmente ocurre es que siguen estando en las mismas casas de hace 50 años. Todavía se tiende a meterlos entre cuatro paredes. No se integran en la sociedad".

También puso su caso concreto. "Antes la gente me cogía del brazo y me cruzaban la calle sin yo decir nada. Y oía frases como '¿este niño quiere agua?', todavía no se sabe como tratarnos", añadió. Pineda aconsejó a los directivos de las empresas que "cambien los números por las personas" ya que "la realidad cada vez es más global y más diversa". En su opinión, las personas diferentes van a enriquecer a las empresas y van a transformarlas para bien. "Somos personas cumplidoras. Nos adaptamos a todo y aguantamos lo que venga. Gente alegre, inquieta, activa. Tenemos talento, pero hay que verlo y explotarlo al máximo", concluyó.

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