La borrasca que desde el pasado fin de semana ha mantenido al archipiélago canario bajo la alerta decretada por el Gobierno de Canarias por fuertes precipitaciones abandona las islas, ya muy debilitada, rolando del sur al norte por Lanzarote y Fuerteventura, dando término así a la inestabilidad, aunque eso sí, dejando un rastro de inestabilidad que pueden traer algunas lluvias localmente fuertes, incluso algún episodio puntual tormentoso en la mitad sur de Gran Canaria, así como en Lanzarote y Fuerteventura hasta al menos mañana viernes.

A su paso desde el pasado lunes, más lento y menos 'productivo' de lo previsto, ha dejado acumulados en el sur de Gran Canaria de 99 litros por metro cuadrado, si se suman los 51 litros caídos en la parte alta de San Bartolomé de Tirajana en la madrugada del domingo al lunes, a los 48 registrados ayer en la misma zona, lo que ha permitido al Cabildo de Gran Canaria contabilizar los primeros litros que entran en sus grandes embalses en cinco años de fuerte sequía.

Así, y según informa el Consejo Insular de Agua, en la presa de Chira los caideros hacían subir el nivel unos 20 centímetros, un alivio de 15 días de consumo de agua de riego, para unos vasos que en su conjunto se encuentra a apenas el 9,24 por ciento de su capacidad.

Como le ocurre al de Ayagaures, que también se benefició tímidamente de los 34 litros por metro cuadrado que cayeron en su área de captación. En el Mulato las entradas le hacían trepar unos 14 centímetros, gracias a un chubasco que dejó 31 litros por metro cuadrado. También la presa Soria, cuyo interior se encuentra prácticamente seco, entraba un hilo pero sin cuantificar.

Hay que destacar, como así hace el Consejo, que la gran sequedad de la tierra hace aún más difícil la formación de escorrentías, lo que impide de momento, si no continúan las lluvias, obtener unas cantidades significativas para reponer los embalses.

Para hoy jueves aún queda una posibilidad de aumentar los valores en esa área en concreta, con chubascos que podrían ser locamente fuertes allí, según Meteorología , así como el sur y el este de Lanzarote y Fuerteventura, con mucho menor probabilidad a medida que transcurra la tarde. Además las temperaturas irán en ascenso, algo que se notará de forma más notoria en las máximas de las zonas de medianías.

También el viernes no se puede descartar algunas precipitaciones que pueden ser persistentes en las mismas áreas, aunque la jornada de momento ya no estará sujeta al aviso amarillo.

Por tanto, en una tendencia general a la normalidad, el fin de semana se vivirá una calma tras tormenta, con baja probabilidad de lluvias que en cualquier caso serán de carácter débil y unas temperaturas suaves con pocos cambios y viento flojo. También se apunta a la calma el mar, que inició el episodio tormentoso con alturas significativas de más de cinco metros para pasar a entre uno y dos metros para hoy jueves.