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Vida

Morirse en Canarias es más barato que en el resto del país

El coste de un entierro completo en Las Palmas de Gran Canaria o Santa Cruz de Tenerife oscila entre los 2.700 y los 2.400 euros

Morirse en Canarias es más barato que en el resto del país

El señor Projarchin, el personaje sobre el que gira la novela de Fiodor Dostoievski que tiene como título el nombre de su ávaro protagonista -un tipo solitario que muere despreciado por todos sobre su colchón repleto de rublos-, podría hacer frente a su propio entierro si fuera real y viviera ahora en España, un país donde el coste del servicio funerario y exequias es hoy un 56 % más alto que hace diez años. En esa línea de encarecimiento de los sepelios a nivel estatal, las dos capitales canarias se sitúan entre las ciudades del estado en las que resulta más barato morir según apunta un informe de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).

El importe medio que paga un español por sus exequias -si se tiene en cuenta los costes del velatorio, el ataúd, esquelas, coche fúnebre, flores y el sepelio o la incineración- asciende hasta los 3.545 euros. Por debajo de ese límite aparecen Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife. En la primera ciudad, el gasto se fija en los 2.662 euros -en su mayor parte, ese dinero se destina a los gastos del servicio funerario-, mientras que en la capital de la provincia tinerfeña la tarifa baja hasta los 2.397 euros. Solo en Cuenca, con un importe de 2.261 euros, es más barato morirse que en las dos grandes urbes del Archipiélago.

En las dos capitales de las Islas, pese al incremento del negocio relacionado con la incineración, los entierros son más baratos que las cremaciones. En Las Palmas de Gran Canaria, el precio medio por una sepultura en un camposanto se fija en 508 euros mientras que la ignición alcanza los 742 euros. En Santa Cruz de Tenerife, ambas opciones son aún más baratas: 287 euros el entierro; 596 euros la incineración.

Esa tendencia, con sepulturas más económicas que la reducción a cenizas, se rompe en seis capitales de provincia: Badajoz (252 euros más barato), Salamanca (52), León (463), Ciudad Real (614), Valladolid (496) y Madrid (871 euros de diferencia).

6.441 euros en Barcelona

Si en Canarias, junto con Cuenca, el coste total de un territorio oscila a la baja, por encima de los 4.000 euros de gasto, en el otro extremo de la tabla organizada por la OCU -donde se precisa que en la mismas ciudad la diferencia de precio entre la funeraria más cara y la más barata puede rondar los 900 euros-, sobresalen otras seis capitales de provincia: Valladolid (4.330 euros), Madrid (4.765), Ciudad Real (4.784), Vigo (5.179), Tarragona (5.323) y Barcelona (6.441).

El coste de los entierros se ha doblado desde el año 2003 e incluye el féretro, el apartado más caro, con 1.200 euros de media. El resto de gastos se dividen entre unos 100 euros por una corona de flores; el alquiler del tanatorio (uno 500 euros por 24 horas) y de un nicho, que cuesta por cinco años entre menos de 100 euros y hasta 1.500, o la lápida, que también se abona aparte.

La cremación en España apenas es algo más económica: los precios de este servicio también varían mucho según la ciudad, y suele tener relación con el coste de su alternativa, la inhumación. Con los datos de la encuesta de OCU tenía un precio medio de 657 euros. En algunos casos, las empresas funerarias facilitan un féretro más económico si se opta por la incineración.

El informe de la OCU, publicado la semana pasada, también subraya que "el sector de las funerarias no destaca precisamente por su transparencia", un problema que según el propio documento "dificulta a los consumidores tener información o presupuestos sobre las distintas alternativas -¿Es más caro un entierro o una incineración?", se pregunta-.

El documento expone que "llegado el momento, el consumidor que tiene que contratar unos servicios funerarios se encuentra con pocas opciones de elección, bien porque apenas hay competencia (así sucede en algunas ciudades todavía), bien porque no tiene información para poder comparar". En esa línea, la OCU apunta que "los seguros por decesos están bien vistos entre los españoles por su comodidad", aunque avisa de que no son rentables: "el valor acumulado de las primas pagadas por este tipo de pólizas supera muchas veces el del propio sepelio, por lo que recomienda ahorrar para no dejar ese gasto a los familiares".

Con la calculadora en la mano, este tipo de pólizas no son recomendables para los consumidores. Así, si una persona contrata el seguro a los 65 años y fallece a los 85 años, habrá pagado 3.473 euros más que el capital asegurado. En lugar del seguro, la OCU propone ahorrar un dinero para este fin.

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