Con el primer fin de semana de noviembre llega el primer periodo de insumisión en las aulas del país. La 'huelga de deberes', convocada por Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (Ceapa) para los fines de semana de este mes, comienza con el objetivo de reivindicar la recuperación del tiempo libre de los alumnos y sus familias.

Esta acción forma parte de la campaña 'En la escuela falta una asignatura: Mi tiempo libre', presentada por esta organización de padres en septiembre. "Se trata de dar prioridad a las actividades familiares y si los profesores se niegan a apoyarla, son ellos los que invaden un tiempo que no les corresponde", apuntó José Luis Pazos, presidente de Ceapa.

Pero esta "huelga de deberes" promovida por la principal organización de padres de la escuela pública no está exenta de controversia. Ha sido rechazada por las familias de Concapa, mayoritaria en la educación concertada, y varios sindicatos de profesorado. Por su parte, fuentes del Ministerio de Educación recuerdan que los deberes forman parte de la autonomía de los centros y de los profesores.

El 48,5 % de los padres consideran que las tareas escolares en casa afectan de forma negativa a su vida familiar, según un estudio de la propia Ceapa. Y el 20,24 % de éstos indican que los alumnos dedican más de dos horas diarias a los deberes.

El objetivo es que estas tareas desaparezcan totalmente y, como primer paso, se pretende que los fines de semana queden exentos, según la campaña de Ceapa 'En la escuela falta una asignatura: mi tiempo libre'.

Y una madre, Eva Bailén, ha recogido ya 220.000 firmas a favor de "unos deberes justos", a la espera de poder entregarlas en el Ministerio de Educación. Piensa que no tendrían que mandarse hasta sexto de Primaria.

No obstante, advierte contra quienes tratan de confundir los deberes con el estudio. "Otra cosa muy distinta es que, desde la escuela", explica, "se motive [a los alumnos] para seguir aprendiendo y profundizando en lo que se haya hecho en el día y se les diga cosas que pueden hacer de manera voluntaria, nunca para castigarlos si no lo hacen".

Ya hay colegios que trabajan por proyectos y sin libros de texto ni exámenes tradicionales, y con "buenos resultados", asegura.

Ceapa lleva años intentando que se abra el debate sobre los deberes, pero siempre hay alguien que dice "ahora no toca", por ejemplo porque, en este momento, se habla de un posible pacto educativo. Si se consigue ese pacto y se cambie el modelo educativo, "¿para cuándo dejamos el debate de los deberes?", se pregunta Pazos retóricamente.

Sobre el rechazo de los sindicatos de docentes a la iniciativa, dice que la mayor parte del profesorado está de acuerdo, que ha "entendido" la campaña y la apoya. Para facilitar la negativa a los deberes durante los fines de semana, Ceapa ha propuesto modelos de escrito para comunicar a tutores y centros que "no autorizan" que los hijos los hagan y para justificarlo.

La iniciativa la rechaza el sindicato docente ANPE porque, a su entender, "cuestiona la labor del profesorado y atenta contra la libertad de cátedra y el principio de autonomía pedagógica y organizativa de los centros".

El presidente del sector de Educación de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), Mario Gutiérrez, hizo ayer un "llamamiento a la serenidad" de las familias y que hagan "caso omiso" a esta huelga de deberes. "Es una iniciativa descabellada que pone al profesor al pie de los caballos", aseveró.

También la Confederación Católica de Padres de Alumnos (Concapa), mayoritaria en la red concertada, criticó esta campaña y ve "increíble" que Ceapa "aliente" a las familias a que sus hijos "no cumplan con sus obligaciones educativas, entre las que se encuentran los deberes".

El debate llegó incluso al primer Consejo de Ministros con el titular de Educación, Iñigo Méndez de Vigo, como portavoz del Gobierno, donde afirmó que no es momento de huelgas, sino de diálogo para alcanzar el pacto educativo y ha advertido de que la iniciativa de Ceapa es "muy mala idea" porque demuestra "deconfianza en el profesorado".

No obstante, el ministro admitió que existe un debate en la sociedad acerca de las tareas escolares, que "es bueno abordar", pero "con tranquilidad y sosiego" y no ha descartado que este asunto sea objeto de discusión en las negociaciones para el posible Pacto por la Educación.