Las medidas que propuso ayer el candidato a rector Alberto Montoya pasan básicamente por una planificación en las diversas áreas que permita trazar unos objetivos claros y alcanzables. Sólo con este pensamiento estratégico y este delineamiento de objetivos se puede solicitar con éxito un aumento de fondos a la administración autonómica o afrontar las jubilaciones que esperan a la ULPGC en los próximos diez años. Potenciar la investigación precompetitiva y analizar las causas de la pobre situación de la universidad grancanaria en los rankings de calidad internacionales son otras de sus propuestas, así como aprovechar la experiencia de profesores mayores de 60 años para que vayan formando a los más jóvenes.

Z Calidad

Alberto Montoya es partidario de elaborar un diagnóstico que determine los motivos de que la ULPGC no figure en puestos altos de los rankings de calidad y, en consecuencia, elaborar un plan de investigación que tenga en cuenta estas debilidades para paliarlas. "Hacemos una investigación de altísima calidad, somos pioneros mundiales en muchas áreas y muy competitivos, pero en los llamados rankings quedamos relativamente mal. El ranking no es todo en la universidad, pero es importante para la sociedad y las empresas. No siempre la forma que tienen de medir es perfecta, pero es eficiente. El ranking es la marca de la universidad; nosotros tenemos el sello ULPGC y eso tiene que ser un sello de calidad", comenzó explicando. El candidato lamenta que la universidad grancanaria a menudo se sitúe "en puestos de la mitad para abajo" y echa en falta "un deba te acerca de esto y sobre qué medidas tenemos que implementar para estar mejor. La investigación es fundamental y esa investigación es la que se tiene que trasladar a las aulas".

Una vez conocidas estas debilidades, propone "hacer un plan de investigación, los grupos de excelencia muy bien posicionados, esos no tienen problemas, hay que potenciar líneas transversales de investigación y sobre todo las precompetitivas, para que alguna vez sean competitivas y puedan competir por dineros nacionales o internacionales. Si solo financiamos a los de excelencia no podremos salir de esta situación".

Montoya lamenta que "llevemos muchos años en la misma posición y todos los años echamos la culpa a quien hace el ranking". Por eso, reclama "un análisis de las causas, y eso incluye no sólo investigación, también docencia y financiación, toda la imagen de la universidad, son muchas medidas que hay que trabajar en conjunto".

Z Financiación

En el capítulo de la financiación, Montoya exige un esfuerzo extra al Gobierno de Canarias que le permita a su universidad acercarse al nivel que alcanza La Laguna, pero esa inversión debe estar ligada a objetivos. "Somos conscientes de las dificultades de las finanzas públicas. No se puede pedir dinero a cambio de nada. En los discursos de apertura de curso siempre se pide más dinero al presidente del Gobierno canario, pero debe ser a cambio de cosas", afirmó, para continuar reconociendo que "la financiación por estudiantes de la ULL es muchísimo mayor. Habría que hacer un esfuerzo adicional, pero que estuviera ligado a objetivos. Tenemos que decir al Gobierno de Canarias en qué nos vamos a gastar el dinero y gestionarlo eficaz y rigurosamente".

Z Personal

La ULPGC afronta el envejecimiento de su plantilla docente, algo que se traducirá en una cascada de jubilaciones en los próximos años. "Para hacer un plan de jubilaciones anticipadas hay que pedir al Gobierno de Canarias un plan de contingencias. Los diez próximos años nos jubilamos 1.000 profesores y 400 compañeros del Personal de Administración y Servicios (PAS). ¿Piensan que podemos sacar 1.400 plazas? El plan de contingencias tiene que ir cubriendo las vacantes", propuso Alberto Montoya, que rechazó que se vaya cubriendo la baja de un profesor titular con dos asociados a tiempo parcial: "Con los asociados no rejuvenecemos la plantilla, son especialistas de la calle que vienen a la universidad a dar unas horas de docencia pero no hace escala universitaria".

Alertó de que "estamos formando investigadores que son realmente importantes pero los estamos perdiendo" y propuso una medida de formación que es a su vez una puesta en valor del conocimiento del profesorado más veterano: "Que los profesores mayores de 60 años puedan tener un descuento de su carga docente para tutorizar a los profesores nuevos, descargarles unas horas para que los formen".

En cuanto al PAS, recordó que conforman un tercio de la plantilla de la ULPGC, de los cuales un 30% son interinos. "Hay personas que entran de interinos y se jubilan de interinos; yo solo estuve dos años y me puse muy nervioso", explicó Montoya, que propuso para este colectivo "promoción interna, estabilidad de los interinos y acabar con la administración paralela, que son contrataciones irregulares que se convierten en indefinidos por vulneración de la ley. De todo esto no tiene culpa el trabajador, sino la adninistración".

Finalmente, con respecto a los estudiantes propuso "cambiar las normas de permanencia, que están perjudicando al alumnado. Las convocatorias que no se usen hay que quitarlas". También dotar de presupuesto propio a organismos como el consejo de estudiantes y las delegaciones de estudiantes, para que estos puedan hacerse escuchar frente al resto de la comunidad universitaria