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Religión

La Diócesis de Canarias ingresa un millón por el cepillo parroquial

Las cuentas del obispado de la provincia oriental, referentes a 2015, presentan un balance negativo de 310.387,68 euros

Imagen de archivo de la Catedral de Santa Ana. L. DEL ROSARIO

La Diócesis de Canarias presenta una necesidad de financiación. Así lo revela la rendición de cuentas del ejercicio 2015, en las que el obispado de la provincia de Las Palmas presenta un balance negativo de 310.387,68 euros tras ingresar 8.942.473,53 euros y registrar unos gastos ordinarios que ascienden a 9.252.861,21 euros. Entre los números expuestos por la delegación de la Iglesia Católica en las islas orientales sobresale la retribución de 1,1 millones por las colectas parroquiales -el popular cepillo- o el desembolso de 2,6 millones por la conservación de sus propiedades.

La jurisdicción administrada por monseñor Francisco Cases, como la Conferencia Episcopal Española -a partir de su propio código de transparencia en buenas prácticas-, dio a conocer esta semana sus cuentas anuales. Y en el informe, en el que se detallan ingresos y gastos en diferentes categorías, la Diócesis de Canarias expone con precisión el balance económico correspondiente al ejercicio anterior.

Así, en el capítulo de ingresos, la Iglesia desglosa las ganancias de 2015 en cuatro grandes bloques: aportaciones voluntarias de los fieles, asignación tributaria, ingresos de patrimonio y otras actividades y otros ingresos corrientes. En el primero de esos apartados, los ingresos de la Diócesis de Canarias se reparten en cuatro atribuciones: colectas parroquiales (1.171.689,47 euros), suscriptores (500.068,54), colectas para instituciones de la Iglesia (902.168,83) y otros ingresos de fieles (20.928,81) para hacer en total 2.594.855,65 euros.

El ingreso más elevado que manejó la delegación de las islas orientales resultó ser la asignación tributaria a partir del fondo común interdiocesano -la cantidad destinada por los contribuyentes españoles, a través de su declaración de la Renta en 2014, alcanzó los 247 millones de euros-, que alcanzó los 2.960.166,96 euros.

El obispado también recibió 245.784,61 euros por ingresos de patrimonio y otras actividades, dinero que se repartieron entre 148.302,87 euros por el alquiler de inmuebles, 47.020,60 euros por ingresos financieros y 50.461,14 euros por otras actividades económicas.

En la última partida de ingresos, correspondientes a rentas corrientes, la jurisdicción del prelado en la provincia de Las Palmas desglosa tres niveles: por servicios (1.507.164,51 euros), subvenciones públicas corrientes (312.526,18) e ingresos de instituciones diocesanas (1.062.800,57).

El capítulo de gastos se divide en cinco grandes bloques: acciones pastorales (2.507.214,71 euros), retribución del clero (1.675.305,05), retribución del personal seglar (1.217.017,55), aportaciones a los centros de formación (176.085,14) y conservación de edificios y gastos de funcionamiento (2.660.983,90).

En la primera categoría, el desembolso se reparte en actividades pastorales (733.321,62), actividades asistenciales (601.191,07), ayudas a la Iglesia Universal (655.461,83) y entregas a instituciones diocesanas (517.240,19).

Para sueldos a sacerdotes y religiosos, la Diócesis de Canarias abonó en 2015 algo más de un millón y medio de euros (1.515.628,77) y desembolsó 286.013,90 euros para pagar la Seguridad Social, mientras que para el personal seglar destinó 931.003,65 euros en nóminas.

Entre las aportaciones a los centros de formación, la iglesia sólo gastó 1.845,55 euros en colegios, mientras que para la conservación de edificios destinó una partida de 1.133.694,20 euros.

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