La reválida de Bachiller acordada por el Ministerio de Educación con la comunidad educativa consistirá en un sistema "lo más parecido posible" al de la antigua PAU, según explicó el presidente de la CRUE, Segundo Piriz, que detalló que las pruebas incluirán nuevos cambios acordados ayer entre el Ministerio y los rectores.

Así, las reválidas constarán de seis exámenes, todos ellos de asignaturas troncales del currículo de segundo de Bachillerato, y cuatro de ellos puntuarán sobre 10, mientras que los otros dos servirán para subir la nota hasta 14, aunque todos ellos serán obligatorios. Además, en contra de lo que establece el articulado de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce), la prueba no incluirá asignaturas de primer curso de Bachillerato, según fija el borrador del proyecto de real decreto ley que regula las pruebas.

Segundo Piriz apuntó que el acuerdo alcanzado es "razonable" y encaja con la demanda de la CRUE. "Espero, quiero y deseo que la medida contente a las comunidades autónomas y a las universidades", manifestó antes de mostrarse convencido de que el nuevo formato no afectará al "distrito único" que permite que cualquier alumno de cualquier comunidad autónoma pueda optar a una plaza en universidades de todo el territorio español, e indicó que las pruebas "son bastante homogéneas".

"Creo que hay bastante homogeneidad en las pruebas, independiente de que cada comunidad autónoma tendrá la libertad de poner las preguntas que considere oportunas", señaló. Además, aseguró que las pruebas no van a ser "ni más fáciles ni más difíciles" que las que se venían haciendo con el antiguo sistema educativo. "Antes los estudiantes que querían sacar la nota de hasta un 14 tenían la obligación de hacer los seis ejercicios. Creo que el grado de dificultad será muy parecido al de los últimos años que está permitiendo que más del 90% de los estudiantes que quieren acceder a la Universidad puedan hacerlo", comentó.

Además, la evaluación de cuarto de la ESO será muestral, es decir, no la van a realizar todos los centros, sino los que elijan las comunidades autónomas, y versará sólo de las troncales de ese curso. De esta manera, el Ministerio también cedería a las peticiones de la mayoría de las comunidades autónomas y de las organizaciones de la comunidad educativa, pues va más allá del compromiso anunciado por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, de suspender los efectos académicos de estas pruebas hasta lograr el pacto educativo.

Al igual que la de Bachillerato, esta prueba no versará sobre contenidos de los cuatro cursos de la etapa, sino de las troncales generales y de opción de cuarto de ESO.