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Entrevista a Luis Falcón

"El Sur le está enseñando al Norte los pilares básicos de la salud pública"

"La gran mayoría de los gobiernos de Europa nos cierran las puertas porque no les interesa la esfera social", admite el médico, informático y fundador de GNU Solidario

Luis Falcón ayer en la jornada sobre eSalud en las Economías Emergentes en la capital grancanaria. ANDRÉS CRUZ

La capital grancanaria reunió ayer a representantes de gobiernos, universidades y organizaciones no gubernamentales, en las IX Jornada Internacional sobre eSalud en las Economías Emergentes, donde se compartieron experiencias dirigidas a mejorar la vida de millones de seres humanos en todo el mundo a través del uso de sistemas de software libre aplicado a la salud. En este marco, se han presentado los resultados del GNU Health, el sistema de gestión hospitalario y de salud basado en el software libre, traducido a 113 idiomas e implantado en el sistema sanitario de países de África, América y Asia. Su creador, el médico e ingeniero informático Luis Falcón, fundador de la ONG canaria GNU Solidario, desvela las claves del éxito de este David contra Goliat informático.

¿Cómo surge GNU Health?

En Argentina a finales de 2008, cuando trabajábamos en un proyecto de acercar la informática a las escuelas rurales, nos dimos cuenta que los niños acudía a la escuela sin zapatos, y que iban para poder comer. Entonces pensamos que la escuela se estaba saliendo de su círculo académico, y tenía un peso importante en la nutrición. Ahí se me abrieron los ojos, vi que antes de darles ordenadores al colegio, teníamos que hacer algo por la atención primaria de la salud, cuidar aquellos componentes socio-económicos, que hacen que enfermes o estés sano. Estas criaturas estaban enfermas, porque si tienes que caminar de tu casa al colegio 15 kilómetros todos los días sin zapatos, obviamente no te va a ir bien, y ahí surge la idea de GNU Health.

¿Qué aporta este software libre a la salud de la población?

Este sistema, antes que nada, lo que hace es atención primaria, es decir, asegurarnos de que esas criaturas están bien comidas, duermen bien, tienen un nivel de atención familiar bueno... porque si al final no tenemos esta base social armada, el resto se cae como un castillo de naipes. Y lo que hemos conseguido es encontramos con profesionales multidisciplinares (nutricionistas, trabajadores sociales, epidemiólogos, responsables del Ministerio de Salud de distintos países, Cruz Roja...) que aportan su granito de arena, y que ya hay países donde se está poniendo un sistema de facto en el sistema de salud, y eso empodera, porque uno no depende de la transnacionalidad, sino de ti y tus profesionales para poder mejorar la calidad de vida de tu población con software libre, que te da libertad.

¿Cómo ha mejorado la calidad de vida en los países que lo han implantado?

Ahora lo tienen desde el Gobierno de Jamaica, Cruz Roja en México, Laos, Gabón... Cuando antes un laboratorio tardaba seis días en dar un resultado, ahora tardan un par de horas y eso impacta directamente en la salud de las personas, el resultado de ese análisis significa la diferencia ente la vida y la muerte, y para nosotros es un orgullo porque si no tuviéramos el software libre estos centros de salud no tendrían la posibilidad de instalarlos, tendrían que pagar millones de euros como se hace actualmente en España, a compañías transnacionales que no están interesadas en la salud de la población, sino en el dinero. Yo siempre digo que el Sur está enseñando al Norte los pilares básicos de la salud pública, están dando una lección en cuestiones básica que hacen una sociedad, los valores de compartir, de solidaridad, y eso te lo da el software libre, algo que marca la diferencia, y eso nadie lo frena.

¿Cuándo creó GNU Health, pensaba llegar tan lejos?

No, soy quijotesco, pero no tanto. Me ha sorprendido muchísimo porque nadie daba un duro. El secreto es que soy muy terco y cuando se me mete algo entre ceja, lo doy todo. En cada línea de código que pongo estoy pensando en la vida de la gente, detrás de esta tecnología hay vidas humanas, y saber que hay estados que lo utilizan me genera un nivel de responsabilidad cada vez más alto.

¿Cuáles son sus retos a partir de ahora?

Los retos te los dan realmente los gobierno a los que te enfrentas. La salud pública depende de los gobiernos y nosotros no podemos obligar a nadie, y si nos cierran la puerta gobiernos a los que no les interesa la esfera social, como es la gran mayoría de los países en Europa, pues nos vamos a aquellos que si les interesa. Insisto, el Sur le va a enseñar al Norte los principios de la salud pública, y no nos olvidemos que la salud es un derecho que no se negocia, no podemos tener la contradicción del software privativo en salud pública, porque tenemos por un lado algo que es público, y por otro algo que es privado, no van juntos, es como mezclar agua y aceite, y eso lo sabemos todos, salvo aquellos que lo ignoran por cuestiones netamente económicas.

¿Un camino con muchas trabas?

Actuamos bajo demanda. Ahora Camerún quiere nuestro software y allí nos vamos a instalarlo. Trabajamos bajo la premisa del ejemplo. Hay países que van a ir a Laos, donde lo tienen desde hace dos años y han hecho un trabajo impresionante con pocos recursos. Ese es nuestro fin, empoderar a los profesionales de salud, a las instituciones y a las personas, y lo vamos logrando poco a poco.

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