La Provincia - Diario de Las Palmas

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Entrevista a Tilman Kuttenkeuler y Manuel Benítez

"El Auditorio y el Pérez Galdós no tienen público propio y ese es el reto"

"Posicionar al Teatro como lugar para prestrenos nacionales es algo que nos interesa mucho", reconoce Manuel Benítez, director general de la Fundación Auditorio y Teatro

En la imagen, Manuel Benítez, a la izquierda, dialoga con Tilman Kuttenkeuler, el pasado jueves en el parque de San Telmo. ANDRÉS CRUZ

¿Qué balance se puede hacer del arranque de la nueva temporada de la Fundación en los espacios que gestiona, el Auditorio Alfredo Kraus y Teatro Pérez Galdós? La propuesta de programación que comenzó a finales de septiembre abre un nuevo ciclo con una mayor presencia de producciones canarias y la voluntad de rentabilizar al máximo ambos espacios.

Tilman Kuttenkeuler: Hasta el momento, no estamos pensando tanto en el modelo de temporada. Esto va a cambiar. Podemos hacer un arco de los últimos meses, qué proyectos hemos empezado y cuáles queremos desarrollar. Por un lado, está claro que hay dos espacios emblemáticos para la cultura en Las Palmas de Gran Canaria donde no ha habido suficiente programación. Igual si hablamos de programación interna y externa. El mejor ejemplo es el Teatro Pérez Galdós que en lo musical tuvo la Temporada de Ópera de ACO, algunos conciertos de la Sociedad Filarmónica, pero no tuvo una ocupación óptima durante el resto del año. Hay razones para esto, y no hay que echar la culpa a nadie. Gestionamos el presupuesto de 2016, unos 4,6 millones de euros, hecho anteriormente ,y hay una cantidad de dinero para temas fijos a gestionar. No podemos contratar a miles personas para llenar los dos edificios cada día, pero hay una cifra interesante, que es que en 2016 y hacia final de año tendremos 259 funciones en los dos espacios. Esto significa, quitando los meses de julio y agosto, el período de vacaciones, y comienzos de septiembre, que cada día hay actividad. Uno o dos espectáculos el mismo día, y es una cantidad considerable. Están las 21 funciones que hicimos en el Teatro con Los Gofiones, acogimos el Canarias Jazz & Mas, el festival Jazz Otoño,..., y demuestra que el Pérez Galdós es un lugar fantástico, algo en lo que tenemos que hacer coincidir también con los nuevos y antiguos ciclos. Tenemos que trabajar los festivales, el de Música Antigua, Festival de Bach, Maestros en Guitarra, y como novedad, las producciones propias, en lo que tenemos mucho interés porque no es solamente un negocio, de comprar y vender. No nos importa si la gente gana dinero con los proyectos que hacen aquí. Queremos que salga algo del Teatro o el Auditorio como producción propia.

Manuel Benítez: Proyectos como Música y literatura están concebidos para el Teatro Pérez Galdós, Y como decía Tilman, los pasitos en estos seis meses han sido, más que nada, el poder poner las primeras piedras sobre el papel de cuáles van a ser nuestras intenciones. Hay hechos evidentes respecto a la ocupación en cuanto a producciones de aquí y cosas pensadas para el Teatro. No es solo albergar, sino que nuestra producción, exigua o mayor en función de los dineros que podamos ir consiguiendo, esté pensada para cada espacio. En el Pérez Galdós es más evidente, y el Auditorio es un contenedor mucho más complejo a esos niveles porque tiene una evidente deriva comercial.

En el caso del Auditorio Alfredo Kraus existe un balance entre la actividad congresual y la oferta cultural.

MB: Claro, lo uno alimenta a lo otro. Las entradas que llegan por lo comercial llegan a los dos espacios.

TK: En verdad, no pensamos que los ingresos sean para el Auditorio o para el Teatro, y dentro del presupuesto que gestionamos queremos dar lo más posible a la cultura. El negocio de congresos, jornadas y todo eso es importantísimo, pero nos interesa la programación en general. Con proyectos como el ciclo A solas en la sala de Cámara y el tener cada temporada un artista en residencia nos permite dar una oferta para cada tipo de público y para crear público. En los últimos años y por la crisis, el Teatro por ejemplo, y el Auditorio también, no tienen su propio público. Hay un público de la Orquesta Filarmónica, de Amigos Canarios de la Ópera, de la Sociedad Filarmónica, pero no un público del Auditorio y Teatro. No tenemos al espectador que dice: ¿Qué hay hoy en el Auditorio o en el Teatro?

MB: Ese es el reto. Pensar en la idea de ciclos cerrados, de pequeñas temporadas vinculadas a las salas y con proyectos educativos. En verdad, dentro de la Fundación tenemos un teatro, el mejor de la ciudad por su equipamiento escénico, sin duda, un auditorio, una sala de cámara con un aforo similar al Cicca o al Teatro Guiniguada. Por ejemplo, el ciclo A solas nace para ser usado en la sala de Cámara, por la cercanía con el público, las condiciones. Hemos empezado con un cantautor [Javier Ruibal] pero el año que viene tendremos de todo: desde clásico hasta propuestas más atrevidas siempre con un solo artista o instrumento. Lo mismo que Música y literatura en el Galdós, o el Rincón del Jazz en el Auditorio.

Hay ciclos ya consolidados en marca de la programación de la Fundación que entiendo que son intocables.

MB: Lo que está consolidado es ya una marca como el Rincón del Jazz. Posiblemente por la falta de fondos no ha tenido esa regularidad que ha obligado a concentrarlo en una parte del año, y nuestra apuesta es que durante todo el año funcionen, y si hay festivales en la ciudad, queremos hacer intervenciones desde nuestros ciclos. El Rincón del Jazz, por ejemplo, va a estar presente en el Festival de Jazz, en Jazz Otoño.

TM: Esto ya lo hemos hecho, y la idea incluso es sacar un abono que favorezca la creación de público, y que sea fiel. La marca Auditorio nos ayudará a esto.

MB : Evidentemente falta tiempo, y hemos utilizado este año las herramientas que tenemos y siempre con la intencionalidad de ir metiendo la cuchara en lo que se pueda. La idea de proyectos como tener un artista en residencia es buscar a quien sea capaz de plantear algo para cada uno de nuestros espacios. A ellos les pedimos un proyecto para el Galdós, para la sala de Cámara. Y cuando sea un jazzista, tendrá que hacer algo para el Rincón del Jazz; y luego para la gran sala, la sinfónica. Empezamos este año con Domingo Rodríguez El Colorao.

Este residencia supone un plus también para el artista.

MB: Por supuesto. Creemos que es una figura para poner en valor a un determinado artista, pero también un reto para el propio artista. Ponemos los medios a su servicio, en el caso de El Colorao.

De cara a 2017, ¿cabe prever un aumento del presupuesto que redunde en la programación cultural?

MB: Crecer va a ser difícil por el techo de gasto que viene dado. Los niveles de subida van a ser pocos.

Los proyectos de producción propia para posicionar la marca Auditorio y Teatro, ganar público y demás, están condicionados a la disponibilidad de mayores recursos. ¿Qué papel juega aquí el posible mecenazgo y las aportaciones privadas?

TK: Hay dos cosas distintas. Por un lado, tenemos espacios y temporadas externas muy importantes como es la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria, hemos aumentado el trabajo conjunto. Y vamos a tener un aumento de las producciones propias. No hablo de grandes espectáculos de ópera, sino de formatos pequeños de gran calidad. Y en esta dirección tenemos que ir. Creo que en general no necesitamos más grandes producciones de ópera en esta ciudad, ya lo hace Amigos Canarios de la Ópera, que tiene su público. Eventualmente, se necesitaría más cooperación entre las instituciones, que cada una se pudiera aprovechar del conjunto.

La cuota de clásica, de cámara y ópera está más que cubierta en la ciudad y la Isla.

TK: Tal vez en música de cámara no tanto, pero en general, podríamos decir que sí.

MB: La oferta está bastante cubierto y lo que hemos hecho, en el caso de la Sociedad Filarmónica es trabajar de forma conjunta, ayudamos un poco en la programación y nuestras intervenciones en ese ámbito están en un acuerdo de colaboración. De hecho, el último concierto Chopin and Jazz, es una evidente apuesta de la Fundación en la programación de la Sociedad Filarmónica para ir introduciendo el jazz, en este caso. A menos que sea de esta manera, nuestra intención no es incluir un nuevo ciclo de música de cámara en la ciudad. Hay mucha gente haciendo cosas que va a encontrar nuestra colaboración. Nuestras intenciones van por otro lado.

¿Será posible tener en el Auditorio y/o Pérez Galdós a grandes figuras de la música digamos popular?

MB: Artistas de la talla de Bob Dylan van a tener que esperar (risas) porque no se dan las condiciones para ello.

TK: Hay que apostar por la colaboración como es el caso del concierto homenaje a Alfredo Kraus. En este caso, las instituciones implicadas han hecho un esfuerzo para hacerlo posible: el Cabildo cede a la Orquesta Filarmónica, nosotros y la Sociedad Filarmónica unimos espacio y público, se suman esfuerzos. Y sería imposible montarlo solo.

La apertura a las producciones externas es otro de los pilares de programación, con espectáculos a la vista como Rumba!, de Mayumaná con música de Estopa, en la segunda quincena de diciembre en el Teatro Pérez Galdós; o el musical Mamma Mía! en enero próximo con el que se abre el año también en el Galdós.

MB: Esos espectáculos están ahí. Y esta claro que existe un público objetivo en la ciudad aunque tenga una deriva tan comercial como pueden ser los musicales, pero hablamos de musicales de gran nivel. Es una apuesta. Tenemos el estreno nacional de Mayumaná, que lo vimos claro. Posicionar al Teatro como lugar para preestrenos nacionales es algo que nos interesa mucho. Convertimos la lejanía de Canarias en virtud, porque un estreno de este tipo en Gran Canaria no molesta a Madrid. Y es lo que hemos hecho con una de las grandes productoras, y además no nos cuesta dinero salvo los impuestos.

TK: Con mirar nuestra programación y las publicaciones que hemos hecho, se especifica en cada espectáculo si es una producción propia, coproducción o producción externa. Hay mucha colaboración con la Fundación esta temporada, tanto con productoras canarias, como externas, y la cooperación es la clave en nuestro trabajo.

¿Es caro trabajar con la Fundación Auditorio y Teatro?

TK: La pregunta no es correcta: si usted pregunta si es caro para un productor trabajar con nosotros, a esto puedo decir que si. Esto es también un problema nuestro y también nos molesta. Si hacemos un espectáculo de la programación, tenemos que alquilar lo mismo que todos. Esto significa que la aportación que nos hace el Cabildo de Gran Canaria con 400.000 euros anuales para la compra de equipos, los dos espacios funcionarán mucho mejor. Tenemos dos espacios fantásticos con un equipamiento insuficiente.

MB: Los equipos que hay son muy buenos pero son poquitos.

TK: Para cada pequeña cosa, una misma rueda de prensa, tenemos que alquilar cosas.

MB: En grandes producciones que acogemos siempre hay que alquilar, porque hay equipos en los que no merece invertir, caso de la robótica. Hay un equipo básico que se implementa en función de las necesidades. Y la persona que más sufre con todo esto soy yo. Y tenemos que mejorarlo por nosotros mismos.

TK: Tienes razón que hay cosas que son caras en el Auditorio y en el Teatro más allá de los conciertos de una orquesta. Desde el momento en que se necesita una luz o un micrófono extra, todo cuesta más. Mejorar el equipamiento hará más fácil el acceso para todos porque hasta ahora no tenemos, por lo menos a mi me han llegado, quejas por el alquiler de las salas. No las hay. La sala desnuda tiene un precio normal, pero desde que llega el rider técnico todo cambia, y es un problema también para nosotros.

MB: Estamos sujetos a un montón de contratos de servicios que se revisarán uno a uno.

TK: Mirando los presupuestos de los distintos departamentos, hay una cantidad para programación. Ves el importe, y dices estupendo. Pero no es un dinero para cubrir los cachés, ya que se incluyen todos esos costes eventuales. Queda muy poco libre.

MB. Para que te hagas una idea, en este año había disponible para cachés unos 299.000 euros para los dos espacios, Auditorio y Galdós. Y da para lo que da. Miras en los papeles y ves una cifra de 529.000 euros, a los que tienes que restar los gastos de esto y lo otro, y tenemos que soportar más de 80.000 euros en costes de mis propias producciones, nada más que en el alquiler de sonido.

TK: El equipamiento es un primer gran paso para mejorar las cosas.

MB. Tenemos la obligación de lo que allí se haga, al menos desde el punto de vista técnico, tenga unos niveles de calidad alto y que nos vemos obligados a tener un control de calidad sobre nuestra programación y del resto de propuestas. La idea a la larga sería que las condiciones que ofrece la Fundación en sus espacios sean atractivas para las promotoras de espectáculos para poder traer a artistas que están en gira internacional, que igual no son tan conocidos, pero que necesitan de un aforo medio. Y lo que interesa es que los números salgan. No vamos a entrar a competir con nadie en este sentido.

La bajada del 7% al 3% en el Impuesto General Indirecto Canario (IGIC) para la cultura supone un revulsivo para el sector. ¿Redundará en un mayor consumo cultural en la Isla?

MB: No lo sé. Lo que si está claro es que pasar de un 7% al 3%, a la hora de hacer números de cara a los promotores está muy bien. Es también un incentivo en el contexto de sumar esfuerzos para la ciudad sea lugar de estreno de producciones nacionales e internacionales, ese tipo de rebajas fiscales son interesantes siempre que haya dinero que invertir. Lo hace atractivo para la gente que se la juega y que da un margen de cuatro puntos en una operación grande. Canarias ya lo ha demostrado en el cine, y se podría avanzar en otros aspectos de la cultura, teniendo en cuenta que con esta rebaja existe un diferencial de 18 puntos respecto a la Península. Hay que ver, de todas formas, como se aplica esta medida en la Ley de Presupuestos de la comunidad autónoma, pero siempre es buena noticia.

¿Qué plazo necesitan el Auditorio y Teatro para posicionarse en el lugar que deberían estar por programación en el contexto canario y nacional?

TK: Esto no se soluciona en un año, hablamos de tres, cinco o más. Se trata de confianza, del público, de los productores, y de los artistas. Muchas cosas se hacen posibles por la voluntad de muchas personas, y en eso tenemos que trabajar todos. Cambiar todo no es cosa de dos años.

MB: El próximo año será decisivo porque tendremos un presupuesto desde el minuto cero.

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