¿Qué es la Justicia Restaurativa y qué aporta de novedoso?
La justicia restaurativa se basaría precisamente en atender a la víctima, a la sociedad como perjudicada y que el chico repare en lo que ha hecho. En menores, aunque la tasa de reincidencia juvenil no es muy alta, nos encontramos con que hay muchos chicos que reinciden, y en estos casos ha habido antes unas intervenciones previas a nivel social. Por ejemplo, en el País Vasco se van pasando por diferentes fases, desde los servicios sociales municipales, luego a nivel provincial, y a pesar de todo terminan en el juzgado donde aplicamos diferentes medidas, e incluso en ocasiones llegamos al internamiento. En estos internamientos a veces conseguimos que los chicos reaccionen, se comporten, tengan una vida normalizada, vayan a clase y tengan unos hábitos normalizados. Pero luego salen a la calle y parece que lo que han aprendido se les olvida.
¿Cómo se puede modificar esta tendencia?
La justicia restaurativa es otra herramienta más a la hora de trabajar con ellos, para que interioricen el responsabilizarse de su conducta y eso les sirva para no cometer hechos como los que le han llevado al juzgado. Somos conscientes de que hay muchas circunstancias, familiares, sociales, de su entorno, e incluso elementos que pueden ser personales de determinados tipos de enfermedades... hay mil cosas que dificultan esa situación y que la medida que se aplique sea efectiva. Pero con todo lo que estamos haciendo, necesitamos un recurso individual, personalizado, que haga que ellos se responsabilicen y la justicia restaurativa desde mi punto de vista les enseña a asumir, a responsabilizarse de su comportamiento, viendo el daño y el perjuicio que ha podido causar a una persona directamente, a la sociedad, y si lo asumen e interiorizan como algo personal, ellos puedan cambiar, que es lo que se pretende.
¿Cuándo y en qué casos se empieza a aplicar?
En menores, hay la posibilidad de esa mediación, incluso antes de que el expediente llegue al juzgado, cuando está todavía con el fiscal, ahí hay posibilidades de que se archive por mediación, por conciliación, y esto se viene haciendo desde 2001, desde que entró en vigor la ley, también en el 2004 el reglamento recoge la posibilidad de la conciliación en ejecución e incluso para situaciones en los cuales el chico está interno en régimen cerrado.
¿Qué beneficios le aporta a la víctima?
A veces para la víctima no es tan importante para que se sienta resarcida el que le paguen algo, como el que le reconozcan que le han hecho daño. Para la víctima es muy bueno esos encuentros de mediación cuando puede explicar cómo se ha sentido, el miedo que ha sentido, la inseguridad que le ha podido generar... A veces las víctimas no quieren, porque de un día para otro no se está en condiciones de asumir las cosas, pero una vez que optas por ello es muy beneficioso para la víctima y para el victimario, porque toma conciencia del daño horrible que ha hecho. Sin tener un dominio de la situación para reaccionar, es importante que tengan conciencia de los perjuicios que han causado o que pueden causar.
¿Parece una medida idónea incluso para frenar problemas incipientes como el mal uso de las TIC, redes sociales...?
Esa es la idea que pretendemos transmitir. La justicia restaurativa sería otro recurso más, y uno de ellos sería la mediación pero no es el único, para que se pongan en el lugar de la víctima, que se diera cuenta de lo que había pasado, de los perjuicios que le habría causado, para que cambiara su actitud. Yo pongo como ejemplo un caso en el que la víctima le dice al autor del delito, "yo te perdono, pero a partir de ahora que seas la mejor persona posible", y eso hace que algo cambie. Depende de ellos, somos conscientes de que no le vamos a solucionar todo en su vida, de que los chicos pueden tener muchas dificultades en su entorno, pero deben interiorizar el daño que hacen y cambiar.
¿Esta herramienta eleva el índice de reinserción social ?
Las mediaciones y conciliaciones, en la fase de instrucción ante el fiscal, han hecho que la mayoría de los chicos no vuelvan. Cuando hay una mediación, el chico participa en actividades educativas, en trabajos para la comunidad..., y hemos comprobado que la mayoría no reinciden, prácticamente no vuelven al juzgado.
