La Provincia - Diario de Las Palmas

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I Foro Internacional para la Inclusión de los Menores

"Detrás de la llamada a la policía de una madre hay meses de violencia"

David García abordó ayer las herramientas con las que cuentan para abordar estos problemas

¿Cuál es el escenario actual de la violencia familiar por parte de menores?

Es difícil determinar con exactitud el estado concreto de la cuestión, pero si hemos observado que en 2015 ha habido una cierta línea ascendente en violencia doméstica en el menor. En España se registraron unos 4.800 casos en 2105 y a lo largo de 2016 unos 5.000, con lo cual hemos subido unos 200 casos.

En números, el incremento no es tan elevado como la percepción social del problema, ¿a qué cree que obedece?

Lo que pasa es que la violencia filioparental no es que el niño le pega un empujón a la madre y corriendo se van todos a denunciar a la comisaría. Cuando una madre llama a la policía es porque ya no puede más, detrás de esa llamada hay muchos meses de violencia, de día a día de insultos, puñetazos, roturas de muebles... A veces vemos el reportaje fotográfico que hace la policía de la vivienda y parece que está derruida, todos los muebles rotos a puñetazos, televisiones en el suelo. Hay padres que tienen que dormir con un seguro en la puerta, que tienen que esconder el dinero porque sus hijos tienen adicción a sustancias y buscan dinero para comprar droga. Esto es un drama familiar horrible, y por parte de la persona que más quieres. Yo se lo digo a los chavales, no vas a encontrar en tu vida a nadie que te quiera más que tu padre y tu madre.

¿Cuál cree que es la causa de la violencia filio-parental?

La pérdida de valores sociales. El mundo ha cambiado, ahora es todo muy rápido, estamos en un mundo globalizado e instalado en el ya, todo está al alcance de cualquiera y de forma inmediata. Antes todo era más lento, se lograban las cosas a base de esfuerzo, constancia y paciencia. Este valor de la superación y el esfuerzo se ha roto, y los niños lo quieren todo ya, ahora, y eso causa conflicto cuando los padres dicen, ahora no hay dinero, o no puedes salir porque tienes que estudiar.

¿Ha cambiado el perfil de estos menores?

Si, ya no son sólo familias desestructuradas, sin recursos o en paro. Te encuentras en el juzgado con el hijo de un compañero juez, de un médico o de un ingeniero.

¿Qué herramientas tienen para intervenir en este problema?

Hay que tener en cuenta que son jóvenes que no tienen otro factor de criminalidad, no roban ni comenten otros delitos, por tanto hay que intervenir en ese ámbito, en el familiar, y tiene que ser una intervención global, con el chaval y la familia, con tratamientos de mediación, terapia familiar..., y la intervención tiene que ser persistente en el tiempo, con un seguimiento. El problema es que para eso hace falta muchos recursos, y cierta organización que no siempre hay.

¿Cuáles son las medidas más frecuentes que se aplican desde los juzgados?

Desde un internamiento, que puede ser cerrado, semiabierto o abierto, aunque este es el último recurso por norma, hasta la convivencia en grupo educativo, o la libertad vigilada.

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