Las profesoras María Eugenia Cardenal de la Nuez y Pilar Domínguez Prats, del Departamento de Sociología y Ciencias Históricas de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), han sido distinguidas por la Asociación Norteamericana de Historia Oral por su trabajo como coeditoras, junto con Rina Benmayor, del Libro del año 2016, titulado Memory, Subjectivies, and Representation. Approaches to Oral History in Latin America, Portugal and Spain (Memoria, Subjetividad y representación. Una aproximación a la Historia Oral en Latinoamérica, Portugal y España), publicado por la editorial Palgrave MacMillan.

El comité de la Oral History Association destacó, en la entrega que tuvo lugar a principios de octubre en Long Beach, California, el esfuerzo y la corrección desde el punto de vista editorial y, especialmente, el valor que implica llevar a una audiencia angloparlante alguno de los trabajos más relevantes de investigadores latinoamericanos, portugueses y españoles, a los que difícilmente tienen acceso. "Es más que una colección de ensayos y trabajos realizados por jóvenes doctorados, que permite visibilizar algunas de las principales líneas de estudio fuera del marco angloparlante", destacó la socióloga María Eugenia Cardenal. "Además, han valorado la búsqueda de elementos comunes dentro una aparente dispersión. Porque no es una antología, aunque sí hacemos un esfuerzo por incorporar o presentar los debates internos que tienen lugar en las distintas disciplinas y a los autores que mejor los representan", añadió Pilar Domínguez Prats, del Departamento de Ciencias Históricas de la ULPGC, y que ha presidido el consejo de la Asociación Internacional de Historia Oral, de carácter bilingüe.

Estas explicaron que la Historia Oral gana presencia en los últimos décadas, forma que se basa en la entrevista directa y los testimonios como recursos principales a la hora de documentar una tema específico. "Las historias de vida como método biográfico pretenden conocer la perspectiva de los actores de los procesos de cambio y le ponen voz a lo que a menudo no la tiene", explicaron ambas.

"Ahora la historia se centra en lo individual sobre lo colectivo y es aquí donde toma una importancia mayúscula al tratarse de testimonios personales y relatos individuales", añadió Domínguez. Así, la publicación de Palgrave Macmillan, una de las editoriales con mayor prestigio internacional en la escena de las Ciencias Sociales, está formada por once capítulos que se articulan a partir de tres conceptos capitales. La primera, bajo el criterio de la Memoria e Identidad Colectiva. Este incluye testimonios de excombatientes portugueses en la guerra de las colonias; otro capitulo, sobre el movimiento sindicalista entre el final de la dictadura y la transición española -de Pilar Domínguez-, y una aproximación a los asuntos de género a partir de relatos de mujeres del cono sur. Le siguen, en el apartado identitario, un análisis de género en el nacionalismo vasco, un capítulo sobre las carencias sociales de la agricultura en el estado de California y un apartado sobre cómo afectan las migraciones a las identidades.

El libro dedica un capítulo a los problemas raciales en Brasil, la memoria en los tatuajes, el movimiento estudiantil de México en 1968 a través de la fotografía o, entre otras, un estudio de la dictadura de Portugal. El único texto que aborda la realidad canaria es el desarrollado por María Eugenia Cardenal. Esta parte de la experiencia vivida por una educadora social licenciada que vive enormes dificultades por culpa de la precariedad laboral del sector en las Islas. La profesora se pregunta cómo esta persona puede configurar su identidad profesional cuando no encuentra un trabajo en condiciones. "Quería reflejar una realidad que estamos viviendo, que es muy dura y que, como profesora universitaria, veo todos los días, como es la falta de expectativas laborales y un futuro profesional en mis alumnos". Su historia es la de Lola, una mujer luchadora "que tira para adelante" en un panorama en el que tras dos años en el paro, los títulos y másteres no le sirven y acaba cobrando 200 euros al mes.