¿Hasta qué punto fue importante el papel de los cartógrafos en el triunfo de Franco ?
El papel del cartógrafo era meramente técnico. Eran los mandos los que realizaban las estrategias. Por un lado, los republicanos diseñaban las unidades en función de columnas con las milicias, pero una columna no se sabía exactamente qué es lo que tenía que tener. Luego, cuando Largo Caballero toma el control, crea el ejército e integra a esas milicias populares con el consejo de Vicente Rojo que era el jefe del Estado central. Rojo siempre tuvo fama de buen estratega, pero perdió. Mientras que Franco era lo contrario, y ganó. Realmente, Rusia quedaba muy lejos e Italia y Alemania estaban a la vuelta de la esquina. Y luego aquellos trampeaban porque tenías que quedarte con el precio que ellos ponían a las armas que vendían.
¿Cuál era la función de la cartografía de cara a la guerra?
La estrategia de una guerra se planea sobre el mapa. Los estrategas no pueden pisar ese terreno y la cartografía es la manera de traérselo a la oficina. En estas superponibles que hay en la exposición se ve el movimiento de las distintas unidades. Y se comprueba cómo cada día se hacía un parte en los mapas para tener controlado el ejército. Las unidades más altas que habían en España eran los grupos de ejército. Había uno en la zona central que abarcaba el centro, Andalucía y Extremadura.
¿Cómo trabajaban los centros cartográficos en ese momento?
Los dos centros cartográficos habían quedado en Madrid que era la sede del gobierno. Por este motivo, las tropas franquistas lo primero que utilizaron fue la Guía Michelín, pero luego surgió una Sección Cartográfica en el cuartel general del Generalísimo y otra en el Estado Mayor central en la zona republicana. El cartógrafo Darío Baza, que fue el número uno de la promoción de Franco, no llegó a general. Los ascensos eran por mérito de guerra y antigüedad. Pero una persona del Estado Mayor no puede ascender normalmente por méritos de guerra porque está casi todo el tiempo en una oficina.
¿Por qué se produjo el fenómeno de que, en ambos bandos, existiera un organismo civil y otro militar haciendo mapas?
Es algo que nadie se lo explica. Todos los países de nuestro entorno tenían un servicio geográfico militar o civil, pero ninguno tenía uno civil y otro militar. De hecho, al finalizar la guerra, hubo serios intentos de dejar un solo organismo. Durante la guerra surgió el problema de cómo hacer pasar a unos cuerpos civiles de topógrafos, ingenieros o delineantes al organismo militar, porque había que darles un cargo. Pero no se quisieron romper la cabeza y como estaban funcionando ambos organismos los dejaron. Son mapas diferentes, pero en lo esencial es el mismo.
¿Y de dónde cree que surgió esta dualidad en el trabajo?
Yo pienso que viene del siglo XIX, de las rencillas que había entre liberales y conservadores. Los primeros que empiezan a hacer el soporte geométrico de los mapas fueron los militares, oficiales del Estado mayor, que eran artilleros e ingenieros en su mayoría. Pero luego siguieron los civiles. Y en estas revoluciones que había entre liberales y conservadores, el intento de hacer un mapa pasaba de la institución civil a la militar y viceversa.
¿Qué consecuencias negativas se produjeron por esto?
Como habían dos organismos existía un problema económico y cada organismo iba haciendo lo que quería. Los presupuestos fueron tan exiguos que el mapa fue muriendo poco a poco hasta que se cambia la estructura de impresión en 1914. Si hubiesen dispuesto de un solo presupuesto para toda la cartografía, y hubiesen dividido el trabajo, como ocurrió durante la dictadura de Primo de Rivera, se había dado un gran impulso a su trabajo. Hasta 1914 se hacían dos hojas al año, pero cuando empezaron a colaborar ambos organismos se sacaban entre 15 y 20 al año.
¿Qué sucedió, con estos servicios, tras la guerra civil?
Se conservaron para dar trabajo a unos personas del Instituto Geográfico. Antes de la guerra, los ingenieros estaban haciendo el mapa en Galicia y, al dividirse el país en dos, las familias de los ingenieros quedaron en Madrid. Con ellos Franco creó un Servicio Nacional de Instituto Geográfico y Catastral con los que realizó unas brigadas fotogonométricas para formar los mapas. Pero el resto del instituto quedó en la zona republicana y trabajaron con el Estado Mayor. Antes los mapas se hacían con piedra litográfica y luego se cambió a plancha de zinc. En vez de grabar un reduzco de caliza, vieron que con las planchas metálicas lo hacían de forma más rápido y fina.
La Vía Negrín fue uno de los trabajos del Instituto Geográfico durante la guerra que buscaba una comunicación con Valencia. ¿Que ocurrió con ella?
Estaba muy complicada la comunicación en el bando republicano. Había que hacer unos rodeos porque la carrera y el ferrocarril estaban batidos desde la guerra del Jarama. A Barcelona no se podía ir, sino que había que pasar por Valencia porque Zaragoza era nacional. Y lo mismo con el ferrocarril. Entonces el profesor Negrín vio con buenos ojos hacer un ferrocarril entre Torrejón de Ardoz y Tarrancón para que pudiese seguir el ferrocarril hasta Valencia ya que traía muchísima mercancía. Se le llamó el ferrocarril de los 40 días, pero empezó a hacer operativo a meditados de 1938 y quedaban nueve meses para terminar la guerra. Por lo tanto no fue de demasiada utilidad. Ahora han hecho una vía verde en ese lugar. Luego había que unir desde Utiel con Cuenca y no se pudo terminar. En mi conferencia hago otra alusión a Las Palmas ya que Franco había venido al entierro del general Balmes y de aquí salió para hacerse cargo del ejército de África en el Dragón Rapide que lo esperaba en Gando.
¿Cómo era la calidad de los cartógrafos durante la guerra?
Había de todo. Pero hay que tener en cuenta que se cargaron a muchos cartógrafos que estaban en el bando golpista en los primeros días. En Paracuellos murieron el jefe de servicio geográfica, y tres o cuatro cartógrafos militares importantes. Y todos los oficiales del estado mayor eran cartógrafos porque en los cursos del Estado Mayor se estudiaba mucha geografía y cartografía. Fueron los primeros que empezaron a trabajar en el mapa topográfico nacional.
