La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria ha estado dirigida, en sus 27 años de existencia, bajo la batuta de tres rectores: Francisco Rubio Royo (1989-1998), Manuel Lobo (1998-2007) y José Regidor (2007-2016).
Hoy se decide el cuarto nombre que entrará a formar parte de esta lista de rectores, que han vivido etapas y circunstancias muy distintas que han marcado su trayectoria como gestores. Así, Rubio Royo, catedrático de Física Aplicada, que ya venía como rector de la Universidad Politécnica de Las Palmas (1982-1989), fue el encargado de poner los cimientos de la ULPGC, de liderar "unos comienzos difíciles para consolidar la nueva realidad", según ha manifestado en diversas ocasiones. Con una organización débil, y sin apenas infraestructuras, se encontró de la noche a la mañana con un incremento de matrícula de 10.000 alumnos, tras el paso de Politécnica a ULPGC.
Manuel Lobo, catedrático de Historia Moderna, se encontró con dos retos principales, garantizar la financiación y consolidar las infraestructuras, dado que el crecimiento exponencial en el número de alumnos obligaba a concluir edificios como el de Empresariales o Ciencias Jurídicas. Durante su gestión abordó asuntos cruciales como el saneamiento financiero, el contrato-programa, y el plan plurianual de inversiones para completar las infraestructuras.
José Regidor, catedrático de Biología Celular, asumió el cargo con una Universidad más consolidada en cuanto a infraestructuras, pero con la difícil tarea de adaptar los títulos al Espacio Europeo de Educación Superior, y sin apenas financiación dado que fue entonces cuando comenzó la crisis económica.
El cuarto rector, que se elige hoy, tiene como misión impulsar el cambio que convierta a la ULPGC en un referente para la sociedad canaria y protagonista de su crecimiento económico, además de una mayor proyección internacional.